Bar abierto pa' estos cabros: Chile se impuso en el debut
Contra viento y marea -incluyendo el polémico desempeño del árbitraje asistido- la "Roja" logró vencer a Camerún en Copa Confederaciones.
Manuel Gómez Poblete
Merecido a todas luces, pero sufrido... como tantas veces, hasta el final, resultó el triunfo conseguido ayer por Chile en su histórico debut por Copa Confederaciones 2017, frente a Camerún por 2-0.
El aporte tecnológico -que se vio reflejado en el estreno del VAR (Video Assistant Referee) implementado por Fifa, como una forma de ayudar a los jueces- terminó, ayer al menos, siendo más polémico que eficaz, ya que hasta las decisiones de los nuevos "jueces de escritorio" (como la anulación de un gol a Eduardo Vargas en el minuto 45), no fueron para nada aclaratorias, ni tampoco de total justicia.
Es más, Chile lo gritó y lo festejó... al igual que el público, los relatores radiales y televisivos y todo el pueblo futbolero en nuestro país. El juez eslovenio -Damir Skomina- indicó el centro del campo de juego; el juez de línea corrió raudo al centro de la cancha... pero faltaban los hombres del VAR (que en Chile los rebautizamos en el acto como los del "bar"), quienes, por una extraña milésima vista desde las alturas... dejaron en cero el gran esfuerzo realizado por Chile en 45'.
Arturo Vidal, que había dejado sólo -con un pase tan perfecto, como exquisito- al "Edu" Vargas, fue quien más protestó. Y es que Chile merecía irse en ventaja ante unos "Leones Indomables" que... como gatitos asustados, sólo querían mantener el cero en arco propio.
Un derechazo al poste de Vargas (cuando el reloj recién marcaba el minuto de juego) fue el preludio de un encuentro que si bien tardó en definirse, tuvo en la "Roja" de Pizzi a un único y gran protagonista. Un equipo intenso, ofensivo, incisivo, pero al que le cuesta marcar. Esa fue la tónica de un Chile que sin Alexis Sánchez (que lesionado, ingresó recién a los 57'), falló en la puntada final... con Vargas y especialmente Fuenzalida, como los más "quemados" a la hora de definir.
Camerún, por su parte, fue sólo envergadura física y contragolpe. Y hasta por ahí no más (con las contras), ya que las dos únicas llegadas africanas fueron propiciadas por errores propios en la salida chilena, primero con un mal despeje de Jara y luego, con Fuenzalida como el encargado de perder la pelota en la salida (Moukandjo remató desviado).
El 0-0 era injusto. Chile había tenido la iniciativa y merecía más. Fue por ello el festejo alborozado con el gol de Vargas y luego, la polémica ya descrita con la intervención del "VAR".
Costó mucho
El golpe del gol anulado a la "Roja" fue fuerte y se notó. Chile ya no fue el mismo equipo rápido e incisivo de la primera mitad e incluso, por pasajes, todo hacía presagiar un cero redondo como resultado final. Camerún, sin apartarse mucho de su propuesta inicial, insinuó un poco más ante un rival que ya no llegaba tanto hacia la portería del meta Ondoa.
El técnico Pizzi se percató de las dificultades que presentaba Chile y se la jugó con el ingreso -averiado y todo- de Alexis Sánchez. El goleador del Arsenal quería jugar y asumiría el riesgo: ingresó a los 57', por Puch.
El ingreso del "7" no tuvo efectos inmediatos, pero si fue determinante, ya cerca del final. Prueba de ello, el 1-0 de Arturo Vidal a los 81', quien cabeceó en su estilo un centro bombeado lanzado por Alexis, quién otro. Y ya cuando el partido expiraba -y los africanos al fin cruzaban la mitad de la cancha- Vargas anotó (en jugada iniciada por Sánchez) el 2 a 0 en un tanto que una vez más fue interrumpido por los "genios" del VAR, quienes, ya no tuvieron argumentos para anular otro gol a Chile aunque, eso sí... cortaron la inspiración de todos los relatores nacionales, tanto en Chile, como en Moscú.
manuel.gomez@estrellavalpo.cl