A cuidar la cuchara: chao pucho, ponchera y vida sedentaria
Especialistas analizan el infarto sufrido por el senador Lagos Weber y dan tips para el corazón.
El cuadro coronario que sufrió el senador Ricardo Lagos Weber no es un caso aislado en las dependencias del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso.
Y es que según cifras entregadas por el doctor Felipe Fuentes, jefe de la Unidad Médica de Agudos del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso, lugar donde se encuentra internado el senador, son entre 10 y 20 los casos relacionados con problemas coronarios los que llegan por semana al principal recinto asistencial de la Ciudad Puerto.
Los números hablan por sí solos y las razones para que se desencadene un cuadro coronario son variadas: desde el estrés o la mala alimentación hasta problemas hereditarios.
Lo que está claro es que cada uno de los factores desfavorables se unen para desencadenar un final que muchas veces puede ser fatal.
Afortunadamente no fue el caso del senador Lagos Weber, que si bien pudo llegar manejando hasta el hospital porteño, según el doctor Fuentes, "presentó uno de los cuadros más graves. Él entró con un infarto hecho y derecho, con alteraciones en el electrocardiograma de entrada que requerían una intervención inmediata porque él presentó un infarto al miocardio con una oclusión total de un vaso sanguíneo, es decir un cuadro muy grave".
La rápida reacción del senador Lagos Weber, quien agarró su auto y se fue manejando hasta el hospital, pudo ser la diferencia entre la vida y la muerte.
"Hay personas que están con síntomas durante mucho tiempo, con dolores que son insoportables y aún así no acuden a un centro asistencial. La recomendación es identificar los síntomas y tomar medidas de inmediato", señaló el doctor Felipe Fuentes.
Con respecto a lo anterior el cardiólogo de la Universidad de Valparaíso, doctor Rienzi Díaz, señaló que "lo describen como un dolor tremendo que nunca antes se ha sentido. Es como si un elefante te estuvieron pisando el pecho".
Para el doctor Díaz lo que le ocurrió al senador tiene que ver con una de las causas más comunes que gatillan este tipo de cuadros: el estrés.
"Uno no se infarta porque está estresado, lo que genera el estrés es que las placas de colesterol que existen dentro de las arterias se rompan y se desencadene la formación de un coágulo que ocluye el paso de la sangre. El estrés es un gatillante del infarto".
A poner ojo
Además del estrés, si usted tiene más de 45 años, tiene cierto grado de obesidad, fuma y padece alguna alteración como diabetes o hipertensión es el candidato perfecto para sufrir un infarto.
El doctor Fuentes, jefe de jefe de la Unidad Médica de Agudos del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso, señala que además "existen otros factores como por ejemplo los antecedentes familiares de patologías coronarias precoces, en donde se habla de gente joven que tiene infartos y que transmiten el riesgo de cuadro coronarios a los que vienen en el lazo sanguíneo".
En el caso de los más gorditos, también deben prestar atención a su salud y sobre todo a sus medidas, ya que si es que la cintura en un hombre mide más de 102 centímetros y en las mujeres 88, puede también ser candidato a una enfermedad coronaria.
"El perímetro de la cintura predispone a lo que llamamos síndrome metabólico, el cual se atribuye a una asociación de una serie de patologías que por sí solas no aumentan los riesgos cardiovasculares, pero si se juntan todos puede ser muy peligroso", señaló el doctor Fuentes.
Dentro de las patologías que se deben combinar para causar algún daño coronario están: una presión arterial alta, altos niveles de azúcar en la sangre y por supuesto un diámetro abdominal excesivo.
Si usted quiere evitar sufrir una evento coronario grave lo ideal, según los especialistas, es aplicarse en cuanto a la dieta y decirle no a la vida sedentaria.
Eso sí, ni se le ocurra hacer ejercicio de un día para otro si es que tiene obesidad o fuma.
Lo recomendable es realizarse chequeos previos y elegir una rutina de acuerdo a sus parámetros.
Por último cabe destacar que aquellas personas que ya han sufrido algún padecimiento coronario tienen entre 30 y 40 por ciento de probabilidades de sufrir un nuevo cuadro relacionado con el a veces caprichoso músculo del corazón.