Con fuertes dolores por efecto del cáncer espera por atención
El 2016, Mirtha Pérez fue diagnosticada de un cáncer en el recto. Lleva ocho meses epserando el tratamiento de radio y quimioterapia que podría extender su vida.
Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.
Hasta octubre pasado, Mirtha Pérez llevaba una vida sin mayores sobresaltos. Compartía con su esposo largas conversaciones y almuerzos felices de fin de semana con su hija y nietos. Cada cierto tiempo, también las carcajadas afloraban espontáneamente de la mano de las anécdotas que compartía con sus amigas en tardes de té y café. Esos momentos ahora son sólo nostálgicos recuerdos, porque un temido cáncer al recto quebró esa tranquilidad.
A partir de ese diagnóstico, que estremeció su presente y sembró dudas de su futuro y el de su familia, esta adulta mayor conconina comenzó un periplo por recintos de salud y, en particular, y el servicio de oncología del hospital Carlos van Buren. Antes de eso, en el sector privado, se sometió a una colonoscopía y dos biopsias, además de una rectoscopia en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar. Todos estos procedimientos confirmaron su enfermedad y sus peores miedos.
No sale de casa
Al poco tiempo, esos temores no sólo se ciñeron a lo estrictamente físico, porque lo burocrático ha sido tanto o más doloroso. En marzo de este año, los médicos determinaron que debía practicarse una radio y quimioterapia en el hospital porteño, pero hoy figura en la lista de espera, a medida que su padecimiento avanza.
"Mi esperanza es que me llamen ya, porque estoy como presa en mi propia casa, no puedo y no tengo ánimos de ir a ningún lugar. El único momento cuando puedo descansar es en la noche, cuando duermo, porque hasta estar sentada es un suplicio, tengo que sentarme de lado porque es un dolor tremendo", relató Mirtha, quien gasta un porcentaje importante de su pensión de 130 mil pesos en medicamentos para, al menos, mantener controlados los permanentes dolores.
Agotaron instancias
El marido de Mirtha, René Negrete, agotó todas las instancias posibles para que su compañera de vida pueda acceder a la radio y quimioterapia, que de acuerdo a estudios médicos, es altamente efectiva en la disminución del tamaño tumoral y, a veces, incluso en su desaparición. El hombre tocó decenas de puertas, sin éxito. De hecho, comentó que presentaron un reclamo a Fonasa. Ahora, el hombre indicó que tras casi un mes, "este servicio informó que no había respuesta del Van Buren y que debíamos ir a la Superintendencia de Salud a presentar un reclamo. Eso hicimos el 1 de junio. Hace poco nos avisaron por correspondencia que con fecha 14 de junio presentaron reclamo al hospital". Son ocho meses de una dolorosa espera, que los derrumbó económica, emocional y físicamente, y que aún no tiene fecha de término. La espera continúa.
Carta a Bachelet
Entre el sinnúmero de puertas que Mirtha golpeó está incluso la de La Moneda, lo que hicieron a través de una carta dirigida a la mandataria. Ésta tuvo respuesta desde la jefatura del gabinete de la Presidenta, pero -aseguró la conconina- no la que esperaba. En particular, mediante una misiva donde se lee que "se solicitó al gabinete de la subsecretaria de redes asistenciales evaluar y atender el caso en el marco de sus facultades y competencias".
Con ese papel en mano, Mirtha sorprende por su perseverancia, mientras repite una y otra vez: "Quiero fechas claras, no me queda más que seguir luchando por mi recuperación, como lo he hecho hasta ahora".