Cero respeto: gerente de la Corporación Municipal sufre robo en su casa
A Marcelo Garrido los ladrones le sustrajeron en la noche del martes dos computadores, un disco duro y un celular.
El 11 de febrero pasado, una Farmacia Popular en el plan de Valparaíso sufrió un violento robo. Los delincuentes accedieron por una puerta lateral, llevándose la recaudación del día. Al día siguiente, le tocó hablar sobre el asalto a Marcelo Garrido, eso como gerente de la Corporación Municipal porteña. La precisión de aquel atraco le había levantado sospechas, unas que además "atacaba directamente al bolsillo de todos los porteños y porteñas", dijo.
Casi cinco meses después, el mismo gerente de la Corporación Municipal, ahora supo en carne propia -por primera vez, agrega- lo que significa vivir un robo. De esos que, de momento, no hay rastros.
En su caso, los hechos ocurrieron a las 19:30 horas de la noche del martes 4 de julio. Era una jornada más para Marcelo Garrido, quien se dirigía de vuelta a su hogar en compañía de su mujer. Una vez adentro del inmueble -que no registraba habitantes hasta ese momento- ubicado en el cerro Juan De Dios, la silenciosa sorpresa.
¿Información valiosa?
Primero, a Garrido le llamó la atención que no sonora la alarma, siempre activa en la residencia. Ya al ingresar, vio una ventana abierta (que forzaron)... pero pensó que su señora, al salir durante el día, no logró cerrarla. Tras cartón, observó cosas inusuales. Allí prendió la incertidumbre hasta que se percató. "LLamé a Carabineros. Quedó estampada la declaración con mi nombre. Me van a citar a la Fiscalía".
Acerca del botín, dos notebook (un HP moderno y un Mac), un disco duro LG y un teléfono celular. Asalto que, según Marcelo Garrido, ronda el millón y medio de pesos en pérdida, pero con un detalle que podría preocupar: "Son dos computadores personales históricos que tienen mi pasado laboral, no el de la oficina. Pero lo que responde a la información (de Corporación Municipal) es pública. Está en dispositivo en la nube; no se trata de información valiosa para la Corporación". Ahora Marcelo Garrido apela por dos medidas: poner rejas a sus ventanas -"no era paranoico, más bien confiado en la ciudadanía", dice- y que "si alguien encuentra las pertenencias que por favor me devuelvan las fotos".
Desde hoy, sobre la prevención de la delincuencia, añade ya con la experiencia de lo vivido: "Reforzar el cuidado recíproco entre los vecinos si se escucha sonar una alarma o ven actitudes sospechosas; esa es la política".