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Con drones sigue intensa búsqueda de "Lizzy"

Mochila y chaqueta de Lissete Ahonzo fueron encontradas en el sector faro Punta de Ángeles, Playa Ancha, donde la estudiante se perdió el lunes pasado
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Guillermo Ávila N.

Un dron sobrevuela el área. Luego se suma un segundo aparato. Tienen misión, de las 14 a 18 horas: hacer seguimiento, grabaciones y fotografías con una cámara réflex a punta de zoom sobre un área agreste. De difícil acceso, con roqueríos y marejadillas que generan espumas en el borde costero que hace imposible la presencia de buzos. Por ella.

El lunes 10 de julio, Lissete Stefhanie Ahonzo Caignard, salió a mediodía de Placilla, donde vive, rumbo a su casa de estudios, la UPLA. Pero algo pasó en el trayecto: desapareció sin dejar rastros.

Desde entonces, ya son cuatro días, el rostro de esta joven de 19 años -aunque aparenta menor edad- de 1.63 de altura, contextura fina, tez blanca, pelo corto con chasquilla y que vestía una chaqueta fucsia, jeans oscuros y gorro de lana amarillo, es foco de atención.

Precisamente en el mirador ubicado al frente en el faro de Punta de Ángeles, una multitud se congrega. Y con ellos los testimonios al hallazgo. Valentina Sepúlveda conoce a la Lizzy, como cariñosamente la llama, desde los nueve años, cuando llegó a Placilla, en 2008. Además, cuenta, es muy amiga de las dos hermanas de Lissete, "Yayita" y la Jennifer.

Para Valentina, su amiga es tranquila, aunque tímida. Sin embargo, las novelas juveniles, son cómplices en sus gustos. "Ella es amorosa, suavecita. Estamos en shock. Nunca pensé que podría pasarle algo así", dice preocupada, mientras su madre, Ada Rojas, lamenta lo sucedido no sin antes presentarnos al padre de la joven desaparecida que estudia arte.

Hay Esperanza

Juan Ahonzo, papá de Lizzy, mira al Pacífico desconcertado. Ese día lunes, de tanto esperar, fue al paradero donde Lizzy se bajaba en Placilla. Pasaron las horas. Hasta que la última micro, a eso de las 12 de la noche, asomó sin pasajeros a bordo. De allí, la alarma. Nunca se había extraviado por tantas horas. Salió junto a su esposa, Georgette Caignard, rumbo a la UPLA, pero estaba cerrada.

De allí a los alrededores, la denuncia en la tenencia de Placilla y la incertidumbre del hoy. "Sufría ataque de pánico: estuvo en tratamiento pero se le había quitado, aunque después de reprobar un ramo, se le volvió a activar. Sí, estaba estresada en la universidad. Casi no descansaba", recuerda compungido Juan Ahonzo.

Al borde del acantilado, Claudio Rojas Barceló, cuarto comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, dice que han recorrido desde el sector de la Piedra Feliz hacia el sur para constatar evidencias y localizar partes del vestuario que afirmen la hipótesis de que la joven está acá. Cámaras instaladas por la Armada en el sector revelan los últimos pasos que se tiene de Lizzy. El comandante bomberil detalla: "Ella ingresa a las 19:30 el día lunes por el sector de playa Las Torpederas, pero no hay una imagen que clarifique que haya salido por alguna parte del sector. Eso se refuerza con el hallazgo de su mochila en las rocas y una chaqueta de vestir reconocida por sus padres".

Lidia Zuleta es compañera de carrera. Está por colgar un lienzo y poner más globos en el mirador. "Que se enteren lo que sucede con Lizzy. A las 12 AM de hoy convocamos a una asamblea en la Upla".

Feministas por joven baleada: "la ven como una incubadora"

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Con inquietud siguen la evolución de la adolescente de 14 años baleada en Olmué miembros de la agrupación "La Huacha Feminista", que desde que la joven embarazada quedó internada en el hospital Carlos van Buren, han realizado velatones diarias como una forma de visibilizar la violencia sufrida por la menor de edad.

A una semana desde que la adolescente recibiera un impacto de bala en la cabeza y quedara internada con ventilación mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital porteño, Miriam Donoso, integrante de la agrupación feminista, cuestionó la escasa información emanada desde el recinto de salud en las últimas 48 horas. Además, criticó que la propia institucionalidad estaría ejerciendo violencia contra la adolescente, porque "no se considera su derecho a abortar", indicó. Con esto, Donoso nuevamente abrió el debate que pone frente a frente la vida de una madre y su bebé.

Para la feminista, se estaría invisibilizando la violencia hacia la menor, ya que - su juicio- "es grave que el hospital se refiera a la guagua nada más y hablan de ella solamente como la madre. Ella no es una madre, es una niña que ha sido violada. La ven como una incubadora".

Desde comunicaciones del hospital indicaron que este viernes entregarán un nuevo parte médico sobre la menor.