Guillermo Ávila N.
Tras la crónica publicada en nuestro medio el sábado 8 de julio, relacionada con la petición de regresar la estatua El Verano a la plaza Waddington en Playa Ancha -solicitud que la Asociación Plataforma Patrimonial y Vida de Barrio de Playa Ancha ya ingresó a la Municipalidad porteña- y que defendió con argumentos Héctor Vásquez Morales, profesor normalista e investigador del Patrimonio playanchino, tuvo eco. Difusión.
Y nada menos de Lautaro Triviño Hermosilla, el mismo lector que antes envió una carta a La Estrella preguntándose qué pasó que no repusieron tres esculturas en la reinaguración del Parque Italia 2.0, cuya inversión fue de más de mil millones de pesos. En rigor, responden a El Verano, ubicada en el Parque Quintil; El Comercio, desterrada en Plaza Simón Bolívar luego del sismo de 2010, y una centenaria Cabra esculpida en mármol.
Ahora, Lautaro Triviño, reconocido historiador, investigador y conocedor de los cerros y ascensores porteños, expone sus puntos. Y una tesis del por qué dicho monumento, El Verano o 'L Ete', de 1.60 metro de alto y 220 kilos de peso (reproducción del escultor francés Mathurin Moreau), no le correspondería volver a la República Independiente de Playa Ancha y sí al Parque Italia (o Plaza del Pueblo).
¿Va y viene?
Para ello, recurre a la historia porteña. Casi a finales del siglo XIX, en la plaza Victoria, había un conjunto de estatuas: El Comercio, La Industria, La Marina y La Agricultura. Todas ligadas al catálogo de la Fundación Val Dosne de Francia. A raíz de la instalación posterior de las cuatro estaciones (entre esas El Verano), el conjunto anterior fue derivado a la Plaza de la Bolsa, donde hoy está el monumento a la Plaza Sotomayor.
Precisamente, alude Triviño, es aquí en donde aparece la escultura neoclásica El Verano y que estaba inserta justo en el centro de la desaparecida plaza en compañía de El Comercio, La Industria, La Marina y La Agricultura.
Luego, y debido a la construcción del Monumento a los Héroes de la Marina, a excepción de El Verano, fueron reubicadas en el frontis del segundo Teatro de la Victoria en la plaza del mismo nombre. En cuanto a la escultura El Verano, asegura el investigador no tener más antecedentes de lo que sucedió a continuación con ella. Cabe destacar que el terremoto de 1906 , dejó al Teatro de la Victoria en ruinas, mientras las efigies escaparon de milagro.
Aquellas cuatro esculturas, más dos leones que se encontraban en el foller del teatro, fueron enviadas a recintos municipales. Triviño sustenta con la revista Sucesos: allí resaltan como éstas y otras figuras fueron a dar a un "osario de esculturas" al interior del Parque Municipal, actual Parque Italia, donde, y según imágenes de la revista, no sólo se advierte a los leones y las cuatro estatuas, sino que también a dos lobos que están en la entrada principal del parque. Todo esto enmarcado en el Plan de Reconstrucción tras el terremoto de 1906, en Valparaíso.
Es aquí donde reaparece El Verano. A los años, L' Ete (nombre original) es colocada en un pedestal que coronaba una fuente de la cual no quedaron vestigios. Que a 1936 es retirada para construir la Columna Capitolina.
En este punto, el historiador Lautaro Triviño se cruza con los antecedentes que maneja Héctor Vásquez. Triviño asevera la opción que después que fue desmantelada la fuente, ha partido hacia la plaza Waddington, en avenida Gran Bretaña, Playa Ancha, como acota Vásquez.
Al respecto, Lautaro Triviño revela un dato con respecto a la estatua El Verano: "Yo la encontré en 2003, en una visita al Parque Quintil. Allí apareció y fotografié la centenaria escultura en bruto, es decir, sin ningún tipo de pedestal". Y acota: "Pasaron los años y en vista que no retornaba al Parque Italia y ante el temor que desapareciera, es que comencé a denunciar esto en los medios". Acusó recibo, no así con la Municipalidad porteña, suscribe tajante.
Lautaro Triviño lanza dardos históricos: por ese tiempo, Jacobo Ahumada, funcionario municipal en Valparaíso, dijo que la escultura retornaría al Parque Italia... eso luego de su remodelación. "Cosa que jamás ocurrió".