Fabián San Martín D.

Tristeza e indignación había ayer entre los trabajadores y vecinos del hospital Carlos Van Buren, luego del virulento ataque que sufrió la capilla patrimonial del recinto asistencial.

Fue cerca de las 03.00 de la madrugada que un grupo de personas, cuatro mujeres y dos varones, llegaron a la iglesia ubicada al final de calle San Ignacio con subida Los Loros. Testigos del ataque fueron Cecilia Alday y Raúl Delgadillo, dirigentes de la Fenat que residen frente al lugar. "Vestían de negro y con máscaras blancas, portaban mochilas y se iluminaban con linternas. Escuchamos quebrazón de vidrios y como bombas que explotaban. Era la pintura y petróleo que lanzaron a la iglesia. Trataron de quemarla. El ataque duró como 20 minutos y llamamos altiro a Carabineros y el hospital. Es muy grave lo sucedido", dijeron.

Los vándalos arrojaron líquidos desde la calle Los Loros, pero luego sortearon la baja reja perimetral y se situaron en el atrio, donde lanzaron los productos al frontis, escala y patio de la capilla, mancharon de rojo una estatua de la Virgen así como la figura de San Vicente de Paul. A pedradas destrozaron vitrales, y forzaron una puerta. Pretendían entrar pero no lo consiguieron. En el piso quedaron diseminados panfletos de un movimiento feminista, que acusa que la niña embarazada baleada en Olmué esta siendo usada como incubadora al estar con muerte cerebral, situación alejada de la realidad (ver nota página 6). Los desalmados escaparon hacia el cerro, y ayer con luz natural quedó en evidencia el daño provocado. Carabineros y la PDI indagaron lo ocurrido. "Hay rabia y molestia por la intolerancia de los jóvenes. No corresponde que rompan un monumento nacional, es una falta de respeto a la gente que es religiosa. Que no quede impune esto", pidió Eduardo Ojeda, presidente de la Fenats Histórica. El doctor David Gutiérrez, director del Van Buren, repudió lo que calificó de atentado e intento de quema de la capilla que es monumento nacional. "Dejaron volantes que se refieren al caso de nuestra paciente, reivindicando que estaríamos haciendo un mal tratamiento, cuando salvamos su vida y a la de su bebé", enfatizo el galeno, que junto con anunciar acciones legales, lamentó que se desvíen platas del Servicio de Salud para el tratamiento de enfermos, para las reparaciones por el ataque. "Es un atentado grave. No sólo violentaron la imagen del atrio sino que por los indicios quisieron quemar el templo. Nos duele porque la capilla acoge a gente sencilla y acongojada que eleva plegarias a Dios y busca consuelo. Con el director del hospital vamos a tomar los resguardos necesarios para proteger este patrimonio de Valparaíso", sostuvo el padre Pedro Nahuelcura, que acotó en la parroquia que dirige, la Corazón de María de avenida Uruguay, también hubo rayados de grupos radicalizados.