Alimentación en tiempos de frío: eso de aumentar calorías es sólo un mito
Para el nutricionista de la UV Rafael Jiménez, lo importante es buscar buenas fuentes de calor, con sopas, estofados y guisos. Eso sí, no consuma más de lo que va a quemar.
Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
Muchos creen que el frío polar, como ese que nos invadió hace unos días, se pasa consumiendo más calorías de lo acostumbrado. Ese es uno de los tantos mitos que Rafael Jiménez, jefe de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Valparaíso, quiere empezar a descartar de una vez por todas.
Más de cuarenta años de experiencia tiene este especialista en nutrición, así que se siente con la obligación de dejar atrás ideas como esas. "Cuando 7 de cada 10 chilenos sufre sobrepeso- y la diabetes avanza a pasos agigantados- no se puede sostener eso de que para aliviar el frío hay que comer más calorías", señala.
Lo importantes es consumir alimentos calientes, que no brinden más energía de la que se gasta. "Hay que tomar sopas, ojalá sin grasa, para mantener el cuerpo a buena temperatura. Lo otro es comer legumbres, no por su contenido energético, sino que por calor. Acá lo que se busca es alta temperatura y los guisos, carbonadas y estofados, también, pueden ayudarnos en esa búsqueda", agrega este experto.
Además, Jiménes recalca que se puede complementar el calor obtenido con alguna buena rutina de ejercicios, sin llegar a transpirar, claro, porque cuando hay pocos grados y se transpira puede haber problemas.
Lo otro que es importante es no comer a cada rato y sin razón. Hay cuatro comidas principales y entre ellas se deben conseguir todas las calorías que se necesitan.
Prudencia es la clave
En esta época de invierno empezamos con el abuso de las infusiones y el café, o como los rusos, pasando las bajas temperaturas con una buena botella de destilado, en el caso de ellos el vodka.
Nada de eso aconseja el nutricionista Rafael Jiménez. Por el lado del té y del café, hay que tomar en consideración, argumenta, que cuando se habla de alimentación, la prudencia es lo que importa.
No podemos andar por ahí tomando café como loco. Lo recomendado es no excederse de las tres tazas diarias, ya sea de té o café. Si nos pasamos de eso, en algún momento, podremos llegar a sufrir algún trastorno relacionado a la presión arterial.
Por el lado del alcohol, si lo consumimos en exceso vamos a andar mal del hígado, que es por donde se limpia el organismo. "Claro que una copita de vez en cuando no le hace mal a nadie", apunta Jiménez.