Singular protesta de pescadores: frieron y vendieron merluzas
La actividad se realizó en la Plaza Cívica de Valparaíso. Vinieron de Laguna Verde para reclamar contra el estado actual de la caleta.
Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
Una novedosa manifestación realizaron ayer los pescadores artesanales de Laguna Verde, quienes estuvieron vendiendo, en la plaza cívica, una buena presa de merluza frita, con pan y pebre, a sólo 1.500 pesos. Si bien la cita fue planeada desde las 13.00 hasta las 16.00 horas, la gran cantidad de gente que llegó a la actividad provocó que la venta se extendiera hasta mucho más tarde de lo acordado.
"Me llamo Francisco, esperé por casi dos horas mi pescado y valió la pena completamente. Estaba muy bueno", contaba uno de los asistentes, que llevaba en sus manos una bandeja vacía y una cara de haber disfrutado tremendo manjar.
Todo sea por mejorar las condiciones de la pesca artesanal en nuestro país, contaba Jorge Cáceres, miembro del Sindicato de Rivera, que reune a los trabajadores pesqueros que hay en Laguna Verde.
La actividad surgió por la necesidad de conmemorar la festividad de San Pedro, de la mano de la comunidad porteña, a pesar de que los pescadores consideran que no hay nada que celebrar: "La famosa Ley Longueira nos ha hecho pebre a nosotros, pero no podemos quitarle a las familias su derecho a festejar este día que nos pertenece a todos".
La idea de ellos, como Sindicato de Rivera, fue juntar fondos porque como caleta, en Laguna Verde, se sienten profundamente abandonados. Dicen no gozar de una infraestructura acorde con la labor que realizan diariamente y como allá casi no hay embarcaciones, son pocas las lucas que quedan para la gente.
"Ante lo poco que han hecho los distintos gobiernos por recuperar el mar para todos, sólo queda protestar quemando botes e intentado, como dirigentes, que no se caiga en el vandalismo", aseguró Cáceres.
Es por eso que una de las razones que motivó esta venta de pescado frito fue sumar a la gente que, a veces, desconoce lo que está pasando con la llamada Ley Longueira. Lo que quieren ellos es que la ciudadanía tome conciencia del estado en que se encuentra actualmente el sector pesquero artesanal.
A juicio de Cáceres, son los pescadores quienes "proveen de Omega 3 a la ciudadanía. Pero como deben saber, las siete familias que se hicieron con el mar no venden productos para el consumo humano".
Lo que comprobaron, una vez que la actividad terminó, fue que a la gente le agrada el pescado frito. "Y si seguimos así de mal, muy pronto la merluza va a terminar desapareciendo. Ya no se encuentra con facilidad y como no hay, la gente tuvo que venir para acá a comerse una porción", recalcó el dirigente.
Otro del objetivos que marcó la actividad es generar una instancia de regocijo para la familia pesquera, ya que el "resto del año se viven días de mucha precariedad".
Como anécdota, Cáceres contó que habían comprado harto pescado, sin esperar que llegara toda esa gente. Así que las cuentas que se sacaron, una vez terminada la actividad, fueron alegres, con ganas de repetirla en un futuro.