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Estado de salud de sobreviviente

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De acuerdo al informe entregado ayer por el Dr. Carlo Zúñiga, médico jefe de la Unidad de Emergencia Adultos del Hospital Fricke, el joven de 19 años Guillermo Córdova, hijo del conductor del camión fallecido, ingresó en condición estable con múltiples contusiones en su cuerpo y una herida facial. "Se le realizaron múltiples exámenes y se descartó que tuviera lesiones de consideración, sólo múltiples contusiones en todo su cuerpo. (...) Ha evolucionado bien, ha tenido una recuperación bastante buena (...) Hoy se le harán exámenes de laboratorio y es probable que se vaya de alta en el transcurso del día", precisó el facultativo.

Las decisiones que evitaron más víctimas fatales en trágico choque

Raúl Toro, chofer del microbús impactado por camión que chocó contra muro del mall, no tomó pasajeros y se negó a abrirle la puerta a una mujer que quería bajar en 15 Norte. "Así es el destino, era lo que tenía que pasar", señala.
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Priscilla Barrera Ll.

Con magulladuras y moretones que aparecen a medida que pasan las horas, además de un cabestrillo que sostiene su brazo derecho, resultó Raúl Toro Garrido. Él es el conductor del microbús del recorrido 404 que este lunes no sólo logró esquivar lo que parecía una muerte segura, sino que, gracias a sus fortuitas decisiones, impidió que fueran más las víctimas del trágico accidente que le costó la vida al conductor de un camión que cargaba planchas de volcanita y que perdió el control cuando bajaba por la Av. Alessandri, en Viña del Mar.

No es una sino varias veces que Raúl, de 34 años y con 14 de experiencia en el rubro de la locomoción colectiva, revisó el video que registra el momento exacto en que el camión guiado por Guillermo Córdova (Q.E.P.D.) arrasó con el microbús que guiaba, además de otros vehículos, terminando su carrera incrustado en un muro del Mall Marina Arauco.

-¿Observó el video del momento del accidente?

-Varias veces y no me impresiona porque estamos en la calle. Primera vez que me pasa un accidente, yo llevo 14 años manejando, jamás choqué, nunca me chocaron, nada, 14 años en este rubro, empecé a los 20 años a manejar en las micros y toda mi familia trabaja en las micros y primera vez. Pero así es la vida y tengo que seguir trabajando... la vida es así, son cosas que pasan.

Raúl Toro habla con una tranquilidad que impresiona. Y es que basta mirar esas mismas imágenes, ver cómo quedó el microbús que guiaba y la violencia del impacto para cuestionar cómo no se registraron más personas fallecidas y más lesionados en un accidente que pudo tener consecuencias aún más graves de las que finalmente, y para tristeza de una familia, tuvo.

Raúl quedó sólo con un esguince en el hombro, unos rasmillones y un dolor en el cuello que lo obligaron a tomar un descanso de 9 días antes de retomar sus actividades.

"Encuentro que no es nada -dice al enumerar sus lesiones-. Me dieron 9 días de reposo, luego me tiene que ver el sicólogo. Yo estoy tranquilo desde ayer (lunes) mismo, lo que me interesaba es que los pasajeros estuvieran bien. Pienso retomar lo mío, pero igual voy a descansar", comentó, acompañado de su esposa y la menor de sus tres hijas.

El relato de este conductor de 34 años permite reconstruir los minutos previos al fatal accidente. A medida que avanza en su historia, la palabra destino aparece en más de una ocasión.

Raúl inició su jornada laboral a las 07.37 del lunes 24 de julio. Como ese horario suele ser lento, recuerda que al cruzarse con un colega del recorrido 405 quedaron de acuerdo en que él se iría sin recorrido.

"Era la primera vuelta que me daba, incluso me vine sin recorrido porque a esa hora no es muy bueno y aparte que venía otro colega junto conmigo y me dije 'me voy a ir sin pasajeros para que él los lleve'... mejor que coma uno bien a dos mal, así que me vine así no más. En el primero de la Gómez había 5 personas y las tomé porque me golpearon en el vidrio de la puerta", recordó.

Y con esos cinco pasajeros llegó hasta 15 Norte, dejando en su trayecto a varios otros con el dedo estirado. Incluso, recuerda, a una niña que llevaba en brazos a una guagüita.

Raúl detalla que mientras esperaba la luz verde del semáforo en 15 Norte, una de sus pasajeras -llevaba a 3 mujeres y 2 hombres- le pidió que le abriera la puerta para bajarse.

"Le dije que no porque no se puede y porque además es muy peligroso. Cuando ella me habla siento un estruendo... un freno de motor... entonces dije 'un camión' y de repente siento el bombazo. Fue todo tan rápido que atiné a pescar el volante y doblar hacia la izquierda, hacia donde tenía que ir. Fue lo único que alcancé a hacer, ni siquiera me dio tiempo de pasar el cambio y sentí el chancacazo atrás", relató Raúl.

El conductor piensa que gracias a la maniobra que hizo se pudo afirmar del volante, pues de lo contrario habría salido expulsado por el parabrisas.

"Me afirmé y cuando la micro iba derecho, yo doblaba no más para no irme contra el muro, con la misma fuerza que me impulsó yo solté el volante y empecé a girar y girar, se salió el parabrisas y yo giraba adentro de la micro. Cuando la micro paró dije 'aquí me maté'... Son cosas que pasan y gracias a Dios no pasó a mayores", detalló.

Raúl Toro coincide en que, dada la magnitud del accidente, éste pudo tener consecuencias aún mayores. "Claro que esto pudo ser mucho peor. Si le hubiera abierto la puerta a la señorita, se muere al tiro... ella me daba las gracias por no abrirle, pues de lo contrario queda aplastada entre la micro y el camión, si eran toneladas. Creo que la gente que me vio y dejé botada, esa gente debe estar agradeciéndome, porque yo dejé a mucha gente botada porque veníamos dos micros. Yo me di la vuelta en el quinto sector de la Gómez y el 405 viene de Reñaca para arriba, entonces nos topamos los dos y le dije 'me voy sin recorrido' para que él se salvara, no me iba a ir collereando", afirmó Raúl.

Pérdida total

Pérdida total tuvo el microbús que manejaba Raúl Toro y que forma parte de la flota del empresario microbusero, Claudio Ponce.

En el taller del empresario, el bus evidencia la magnitud del impacto.

"El bus tiene pérdida total. Es un bus nuevo que estaba con toda la documentación al día, lo mismo que el conductor. No se puede seguir trabajando en el bus. Estamos hablando de unos 70 millones de pesos", precisó el empresario, quien reconoció que existen seguros comprometidos.

Conocedor del rubro, Ponce concuerda en que gracias al horario en que se produjo el accidente, éste no tuvo mayores y más graves consecuencias. El empresario coincidió en la necesidad de una mayor fiscalización para los vehículos de carga.

Raúl Toro está casado con Evelyn Cornejo Latorre y es padre de 3 hijas de 12, 10 y 4 años. Sabe que ésta es una especie de segunda oportunidad que le da la vida, así que piensa tomarse el reposo con calma para luego retomar la labor de estos últimos 14 años: manejar micros.