Sorprende el interés de nuestra Presidenta por los temas valóricos. Estos encienden polémicas que desgastan a la sociedad. Antes se logra la ley del divorcio. Ahora consigue le aprueben a medias las ley del aborto por tres causales. Tuvo que consolarse con la ley "Cholito"inspirada por los animalistas. Se refiere a la tenencia responsable de mascotas. Tiene en carpeta otras dos. Una el matrimonio entre sodomitas y lesbianas con facultad de adoptar y elaborar una nueva Constución. Ello mientras se posterga resolver lo que afecta a la salud pública, la seguridad ciudadana y el desarrollo económico. Agréguese que el bacheletismo no logra garantizar la gratuidad de la enseñanza. La realidad se impone y son miles aquellos que no consiguen una matrícula sin endeudarse.
La Moneda insiste en lo "valórico". Es lo que está de moda. Supone imitar a Europa y EE.UU. Lo "moderno" o "postmoderno" es juzgado un paradigma por nuestros medios, principalmente en la TV. Nada importa que la sociedad padezca insuficiente atención hospitalaria, delincuencia abrumadora, crecimiento regresivo y escolaridad deficitaria. Esto no es nuevo. Chile ya vivió experiencias como la anotada. En la segunda mitad del XIX el Poder Ejrcutivo se entretuvo en controversias con la Iglesia. Son las "cuestiones político-teológicas". Mientras tanto se posterga lo urgente: la industrialización. Se podía conseguir con los suculentos ingresos derivados del salitre. Balmaceda la preconiza, pero es depuesto por una guerra civil. Aquellos contrapuntos son voladores de luces que distraen la atención respecto a problemas tangibles como los anotados.
Pedro Godoy P.