O'Higgins y la música
En el mes del natalicio de O´Higgins vale la pena recordar algunas facetas de su persona y gestión.
Nuestro Prócer fue de acuerdo a los antecedentes históricos disponibles, una persona cercana a las diversas expresiones artísticas de su época, de hecho era pintor de miniaturas, algunas de las cuales aún se conservan.
En cuanto a la música, tocaba el piano forte, el que había aprendido a dominar en su permanencia en Inglaterra, tanto así, que su principal preocupación cuando debió regresar a Chile, fue la compra de uno de ellos para regalarle a su madre al regreso.
Pasado los años y en el ejercicio del poder ejecutivo, consiente de la importancia de la música para la moral del soldado, dispone en marzo de 1817 la creación de una Academia de Música, la que a base de niños de Santa Rosa de los Andes y de Melipilla, bajo el mando del Teniente Antonio Martínez, inició sus actividades en las cocheras de la Casa de la Moneda.
Paralelamente, con el auxilio de su media hermana Rosa, organizó diversas actividades musicales, para deleite de los patriotas.
Ya anciano en Montalván, en su época de autoexiliado, cada noche antes de dormir tocaba el acordeón en su pieza, quizás rememorando al arrullo de una melodía, su pasado.
Antonio Yakcich.