Matías Valenzuela

Hoy tendremos una noche más corta, porque se hará el cambio al horario de verano a la medianoche. Todos los chilenos tenemos que adelantar el reloj en una hora.

Como suele ocurrir en estas instancias, surge naturalmente la pregunta de cómo esto puede afectar nuestra calidad del sueño, y para responder esas interrogantes, el académico de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, Marcos Santibáñez, parte de la premisa básica de que los cambios de horarios "afectan la actividad biológica de nuestro cuerpo y sus funciones, las cuales se encuentran influenciadas por la relación luz/oscuridad, trayendo cambios en el ámbito, físico, cognitivo y conductual definido como 'reloj corporal'", agregando que "en el caso puntual del cambio horario que se realizará este fin de semana, el efecto o incidencia es muy baja o mínima".

Lo bueno

Respecto de las condiciones favorables, el académico explica que se mejora la capacidad de concentración o aprendizaje en las primeras horas del día, se mantiene el estado de alerta, y hay mejoras en el estado de ánimo, pues se manifiesta una disminución del stress y la sensación de fatiga.

Además, se estimula la producción laboral, en la medida que decrece la utilización de luz artificial en la ejecución de tareas,

Lo malo

Adentrándose en las consecuencias negativas, el docente comenta que el ajuste de la hora puede afectar las capacidades visuales de los conductores, siendo lo más probable que este cambio pueda producir deslumbramiento a la hora de conducir en las primeras horas de la mañana o en la tarde, de modo que se sugiere el uso de gafas.

Santibáñez, continúa diciendo que los niños son más sensibles a ser afectados, perturbándose con más intensidad, por lo que necesitarán más tiempo para la acomodación de su reloj biológico.

Por último, agrega que "en un reducido grupo de la población se podría generar insomnio o somnolencia, el cual se ajustaría en la mayoría de los casos a los pocos días del cambio de horario".