Barcelona, nuestro recuerdo colectivo
Es difícil escribir sobre la tragedia cuando todavía está ocurriendo, pero también es importante reflexionar ante los recientes hechos ocurridos en Barcelona, una ciudad que se nos hace conocida incluso sin haber estado en ella, una ciudad que convoca al mundo, porque siempre hay alguien que está o estuvo en ella. Sus paseos parecen sacados de tantas películas, libros, cuadros y arquitectura.
Cuando una ciudad se vive así, es porque pertenece a todos, es parte de nuestra memoria colectiva, como un barrio de infancia, como un recuerdo implantado. Por eso Barcelona nos duele a todos.
Para reflexionar, primero debemos condenar todo tipo de violencia, así como también recordar que la estupidez humana es el arma más peligrosa que existe en nuestro planeta, pero como tal, se puede y debe erradicar. Es tarea de todos contribuir a la paz, no a través de la violencia o la revancha, que ha demostrado que solo engendra un espiral creciente de lo mismo, sino a través de la educación, la colaboración y el entendimiento
En segundo lugar, hacer un llamado, porque compartir imágenes morbosas del brutal ataque, es como ponerse a aplaudir de pie a los terroristas, fomentando lo que para ellos es un éxito, porque entre más gente se vea aterrada, más amplio será entonces su radio de destrucción. El morbo no colabora, por el contrario, es destructor. Si esto no llegase a quedar claro, entonces no compartan esas imágenes por respeto a las víctimas y familiares, que todavía sufren.
Barcelona es hoy el mundo, dolido, herido, pero dispuesto a salir a las calles a defender y demostrar lo que realmente somos como seres, parte de un todo unido y no destruido.
Cambio de horario
Chile es de los pocos países que siguen efectuando cambio de hora en el mundo y el único país que obliga a sus habitantes -excepto de una región- a "gozar" del horario de verano, en pleno invierno, cuando aún amanece más tarde, y los escolares más pequeños no quieren ir al colegio por lo oscuro que están las calles. Muchos de los cuales deben irse solos, con el consiguiente peligro, ya que sus padres salen antes a sus trabajos.
Todo lo anterior, gracias a un inepto que pensó sólo en ahorrar el 1% de la energía que se consumía en el país en tiempos de sequía. Ahora ya no hay sequía, pero nos obligan a seguir saliendo oscuros de las casas.
Gonzalo Larenas Crichton
Secretario Académico, Ingeniería en Turismo y Hotelería
Universidad Andrés Bello.
Víctor Herrera Valera.