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Ragusa y Ochoa revelan "arma secreta" para estar invictos

Con la llegada del grupo Pachuca, los ruleteros importaron una arraigada práctica del club mexicano.
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Mirian Mondaca Herrera - La Estrella de Valparaíso.

Si se trata de ganar en calidad de visita este sábado, con la hinchada y posiblemente la lluvia en contra, además de buen fútbol, Everton apelará a una manito celestial.

La tarea será dura, porque deberán traspasar la férrea defensa que le impondrá Deportes Temuco y también afinar la puntería frente al arco, por eso una vez más los ruleteros antes de entrar al camarín del estadio Germán Becker se reunirán en torno a la oración.

Sí, como lo lee, aunque el buen juego a ras de suelo los tiene en el tercer lugar del Transición, los viñamarinos apelarán a que por -al menos 90 minutos- Dios vista de Oro y Cielo.

Desde el arribo del Grupo Pachuca a Sausalito, con ellos llegó también una tradicional práctica de los Tuzos: hacer una liturgia antes de cada partido de local, con un sacerdote buscado por el club especialmente para ese efecto.

Un hincha más

En el caso de los viñamarinos, se trata del joven cura Marcelo Catril, de la parroquia Asunción de la Virgen María, que -según revela el volante Iván Ochoa- además es hincha ruletero, por lo que la petición de intervención divina la hace con el doble de intensidad. "Cuando llegué acá al principio no se hacía y ya después se empezó a hacer con un padre. Bueno, resultó que es aficionado del Everton y nos da más chispa desde lo personal", cuenta el mexicano.

"es novedoso"

Esta nueva tradición que importó el cuadro viñamarino no sólo tiene contento a Ochoa, que "se siente como en casa", asegura, porque era una práctica habitual en su paso por el Pachuca.

Otro adepto de las liturgias es Franco Ragusa, quien dice que a pesar de que este fin de semana no podrán hacerla porque juegan de visita, si rezarán igual antes del encuentro.

Para el mediocampista, "es algo novedoso. En general los mexicanos son muy católicos y nos preguntaron si queríamos hacer una pequeña liturgia, y los católicos del plantel- yo me incluyo- dijimos vamos".

La particular actividad de los ruleteros antes de los partidos entusiasma a Ragusa, al punto de que incluso se anima a entregar mayores detalles de la breve misa: "ahí el cura nos bendice y tratamos de salir bien a la cancha, con la ayuda del Señor. Hay algunos que no son creyentes y simplemente no van, pero respetan mucho. Quienes sí creemos lo hacemos y tratamos de que nos dé una ayudita", indica el "Beckham de Sausalito", que buscará sumar minutos la tarde del sábado en Temuco.

Cura "zanahoria"

El entusiamo del sacerdote Marcelo Catril no sólo se refleja en su fanatismo por el fútbol, ya que también ha mostrado su lúdica faceta siendo Capellán de la Pastoral Circense de Chile. En ella es conocido como el "Payaso Zanahoria"y ha recorrido el país e, incluso, viajado al extranjero haciendo reír a los más pequeños y la familia.

La actividad circense acompaña a Catril desde el año 2006 y su sobrenombre se debe al color de su pelo. Según revela el portal institucional de la Conferencia Episcopal de Chile, durante sus años en la Pastoral ha tenido la oportunidad de compartir escenario con payasos de renombre como "Los Tachuelas" y en el circo de "Los Mazzini" y "Las águilas humanas".

Sobre esta experiencia bajo las carpas, Catril comentó que todo comenzó cuando murió un payaso admirado por él. Entonces, "acompañamos a sus compañeros en el dolor y desde ahí nos hemos hecho amigos", señaló. A partir de ese momento, como "Payaso Zanahoria" ha buscado acercarse a los feligreses.