Con plan piloto ordenan a ambulantes de Bellavista
Actualmente ofrecen su mercadería arriba de mesas. Serán evaluados mensualmente.
Controlar el comercio ambulante es un dolor de cabeza en las grandes ciudades del país. Y mientras en comunas como Santiago o Estación Central optaron por la tolerancia cero, en Valparaíso hace un mes la municipalidad inició un plan piloto para controlar y ordenar a los vendedores callejeros.
Esta iniciativa partió en calle Bellavista, donde ahora los comerciantes ofrecen sus mercaderías arriba de mesas cubiertas por una tela azul. Además se estableció un lugar y distancias fijas entre ellos. La idea es que no se pongan en cualquier parte y los peatones puedan transitar sin problemas, en una arteria que hasta hace poco era un verdadero caos.
Luis Baños, encargado de Desarrollo Económico de la municipalidad porteña, explicó que el objetivo del plan "es ordenar el comercio callejero. Durante meses se vivían situaciones de conflicto ahí y llegaban carabineros a intentar echarlos, pero ellos volvían. Pasar por Bellavista era bien complicado".
Así, se les pidió que no vendieran productos prohibidos por la ordenanza municipal (como papel higiénico o productos de limpieza), que dejaran libre la pasada e hicieran aseo en sus espacios. También se les solicita que demuestren con boletas o facturas el origen de sus mercaderías y entregar mensualmente un estado de sus cotizaciones de AFP, para verificar si tuvieron un trabajo formal en el último tiempo.
"Los vamos revisando mes a mes, si cumplen los renovamos", explica Baños, quien advierte que no se trata de algo definitivo o pensado para implementarse en toda la ciudad. Reconoce que es un tema complejo y que las características varían según el barrio donde se instalen. En el caso de Uruguay, por ejemplo, advierte que "se necesita el trabajo de otras instituciones, no sólo de la municipalidad".
Este tipo de intervenciones en el comercio ambulante no son bien vistas por los establecidos, quienes afirman que es una forma de institucionalizar este tipo de comercio. Al respecto, Baños manifestó que "en las municipalidades que han optado por el camino contrario, de tolerancia cero, no sólo no ha disminuido el comercio callejero, sino que ha aumentado la violencia entre las bandas que se pelean el control de los territorios".
Satisfechos
En Bellavista funcionan tres agrupaciones de comerciantes ambulantes, algunas con personas que llevan más de 30 años en la cuneta. La primera en incorporarse al plan es "Bellavista Central", que reúne a quienes trabajan entre Salvador Donoso y avenida Brasil y que principalmente ofrecen frutas y verduras.
Patricia Sánchez es la presidenta de la entidad y comentó que "creo que ha resultado muy bien, porque mis compañeros le han puesto mucho empeño para que todo resultara bonito. Ahora está todo limpio, hay espacio para que pase la gente sin ningún problema. El sindicato compró tachos de basura y todos barren su pedazo. Todos se han puesto las pilas para que esto funcione. La evaluación fue este semana y aprobaron los permisos de todos, salvo de uno".
Más arriba, en la vereda norte, entre Salvador Donoso y Condell, también se está organizando para recibir los mismos beneficios que sus colegas. Manuel Mercado, presidente de "Emprendedores de Bellavista", aseguró que "estamos haciendo todo lo que la municipalidad nos pide, ahora estamos esperando que ellos respondan. Queremos trabajar con ellos y ordenarnos, así trabajaríamos más tranquilos".
En la vereda del frente funciona otra agrupación que también se está esforzando por responder a las nuevas exigencias. Alfredo Cabezas, tesorero de la organización, advirtió que "hace mucho tiempo nosotros veníamos pidiendo esto, hace tres años se intentó hacer, pero no resultó. Ahora a todos nos dieron un espacio y se ve muy ordenada la calle".