Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso

Con el objetivo de retomar una vieja tradición, propia de generaciones anteriores, 25 carretones se lanzaron a toda velocidad, ayer, por la Avenida Magallanes de Concón. Lo anterior motivó a que una buena parte de personas, alrededor tres mil, se reunieran en ese lugar, para dar vida a una nueva edición de "Concón Carretón abajo", que este 2017 cumplió cinco años desde que se iniciara por allá en 2012.

Si bien la actividad estaba programada para las 13.00 horas, los 25 equipos se juntaron mucho antes, para afinar los últimos detalles para la competencia final. Carretones hechos a pulso por familias enteras, amigos, compañeros de trabajo, que simbolizaban ese espíritu, que muchos tenían, de competir solamente por pasarlo bien.

"Ésta es una carrera hecha para toda la familia", repetía el alcalde conconino, Óscar Sumonte, que con micrófono en mano, las hacía de animador del evento, ante los gritos desquiciados que daban los fanáticos, detrás de las vallas papales.

Entre los carretones había uno que destacaba por sobre los demás, rodeado de una numerosa barra que, como Los Pitufos, le daba una esencia un poco más divertida a la tarde.

Christopher Silva, uno de los gestores de los "Pitufitoros", fue el responsable de encarnar al Papá Pitufo. Uno de los tantos integrantes de esa azulada familia que, ayer, estuvo representada también por Pitufina, Pitufo Filósofo, Gárgamel, entre otros.

En total, una barra compuesta por casi quince personas, quienes se tuvieron que conformar sólo con el premio al mejor carretón.

"Mi suegro es Gárgamel y él tiene apellido Toro, por eso nos llamamos los "Pitufitoros. Somos uno de los pocos equipos, sino el único, que participó en cada una de las versiones de Concón carretón abajo", comentó Christofer Silva.

Nunca en todos los años que lleva el concurso, obtuvieron un premio por velocidad. Eso sí, siempre se llevaron algún estímulo por la calidad del carretón, bien adornado y rodeado de una gran familia, que hasta dulces repartió ayer entre los asistentes.

Aquello que los motivó a hacer eso, es la pasión que sienten por el trabajo en equipo. Para juntar la plata y poder armar el carretón, tuvieron que hasta convocar un plato único para sus vecinos. Todos ellos fueron, en parte, los artífices del premio que obtuvieron en la jornada de ayer.

Por el bicampeonato

Mientras los "Pitufitoros" eran eliminados de la competencia por no marcar un buen tiempo, otros carros, armados de forma casi profesional, disputaban entre ellos los mejores cronos del día.

"Gasmonkey", "Infinity War", "El hijo" y "Pink Panter", fueron algunos de los nombres que, en carrera, iban pasando de a poco los obstáculos puestos por los organizadores. La idea era que fueran bajando el tiempo, para seleccionar a los 16 mejores. De entre ellos salieron los 8 carretones más rápidos, que terminaron siendo solamente cuatro.

Uno de los concursantes se aparecía, entre la gente, pintado de negro y cargando un ataúd. "La muerte del negro del Whatsapp", le habían puesto a su máquina unos santiaguinos que, si bien no se tenían mucha fe, igual quedaron entre los 16 mejores.

Después la disputa parecía un tanto profesional. Vestidos de overol azul, trabajaban sobre su máquina los hombres del team "Los papis", ganadores del año anterior.

Estos compañeros de trabajo habían construido, por treinta mil pesos, un carretón más competitivo que cualquiera. Marcando por debajo de los 15 segundos, estos amigos querían llevarse el título por segundo año consecutivo.

Una base similar a la usada la última vez, ruedas de longboard, cholhuán y otros materiales, sirvieron para darle vida al "hijo". Sus creadores eran "Los papis", que haciendo poco más de catorce segundos, lograron distanciarse por un buen trecho de sus escoltas, los "Gasmonkey".

Un total de 300 luquitas se embolsaron los ganadores de la competencia, que sólo invirtieron 30 mil pesos en su vehículo. Otras cuatro familias recibieron premio, también, por llegar al podio, por mejor carretón y mejor equipo. Cada uno de ellos se quedó con 100 mil pesos de premio, a ver si compensaban el gasto en la máquina.

Alcalde animador

Durante toda la tarde, desde las 13.00 horas, el alcalde Sumonte fue animador, frente a las tres mil personas que llegaron.

Como Municipalidad de Concón habían pensado hasta en la comida de la gente, por eso en un rincón de la Avenida Magallanes habían varios carritos, en donde se podían encontrar empanadas de mariscos varios, completos, papas fritas, entre otras cosas.

"Estamos en el mes de aniversario y ya hace cinco años atrás, buscábamos actividades que permitieran juntar a la familia conconina. Por eso pensamos esta carrera, para que cada participante fuera un equipo grande, familiar, y no puros individuos", aseguró Sumonte.