Inédito taller de pool es uno de los preferidos de los abuelitos porteños
Su monitor es Waly Rumié de 86 años y funciona todos los miércoles de manera gratuita en el Club de Billar Valparaíso.
Para combatir la soledad, generar lazos de amistad y ejercitar la concentración y motricidad fina, más de 30 alumnos de todo Valparaíso participan en el taller de pool para damas y varones impulsado por la Oficina del Adulto Mayor (OCAM) del municipio local.
A la amplia oferta, consistente en 53 talleres tanto en el plan como en los cerros porteños, las clases de pool dictadas también por un monitor de la tercera edad: Waly Rumié, han tenido bastante éxito,pues salen de lo común y permiten desarrollar otras capacidades en los alumnos.
"En el 2015 salió la opción de hacer este taller, gracias a la vinculación con don Waly, que una persona encantadora, y que propuso atraer más gente al pool, disciplina que está muy en la memoria de las personas mayores", señala Carolina Carvajal, encargada de la oficina porteña del adulto mayor, quien resalta que el pool y billar son una apuesta distinta a la oferta de talleres abiertos.
"Aprendiendo a jugar pool", funciona cada miércoles entre las 11.00 y 12.30 horas en el club de billar Valparaíso, ubicado en Eleuterio Ramírez 456, en pleno centro de Valparaíso y frente a la casa consistorial del municipio.
Los dirigentes y socios del club accedieron por tercer año consecutivo a prestar sus mesas e implementos, y durante la jornada del miércoles, en los horarios estipulados, son los participantes del taller quienes tienen la preferencia de ocupar las dependencias de la institución.
"Devolver la mano"
Luis Piña, presidente del club de Billar Valparaíso, indicó que para ellos ceder este espacio a los adultos mayores es una vuelta de mano a la comunidad y a su presidente honorario y fundador Waly Rumié.
"La mayoría de nuestros socios llega después de las seis de la tarde y en la mañana el espacio estaba disponible. Hace 14 años que Waly fue nombrado socio honorario y es un orgullo para nosotros que él siga vigente", comenta Piña.
En el taller hay una equiparidad de damas y varones, siendo las feminas las más entusiastas por tratarse de una disciplina nueva. Ellas aprenden pool y quizás más adelante podrían incursionar en el billar tres bandas, algo más complicado para los principiantes.
En la mesa de damas hay dos Edith, también está Mónica, Margarita y Patricia, por nombrar algunas alumnas. Ellas debieron aprender desde tomar el taco hasta las reglas básicas del deporte.
El instructor comenta que hay algunas con talento innato y otras que poco a poco han ido adquiriendo la técnica.
Buena terapia
Carmen Reyes, coordinadora del taller, conoce la historia de cada alumno y alumna y sostiene que detrás de caso hay relatos de depresión, analfabetismo y bastante soledad.
"El taller comenzó con cierta reticencia de participar por parte de las mujeres, pero poco a poco se fueron uniendo. Hay historias de alumnos que llegaron con una depresión terrible; todos llegan con problemas y sintiéndose muy solos. Incluso hay gente que no sabe leer ni escribir", confiesa la coordinadora.
La figura de Waly Rumié es clave en este proyecto. El experimentado jugador, campeón nacional en sus años mozos ha hecho de este taller un espacio de reunión y grata camaradería. Él atiende a las damas con un jugo o un cafecito y rápidamente las hace entrar en confianza.
El municipio le cancela un pequeño aporte económico al monitor, pero todo el resto es gratuito y gestionado por este amoroso abuelito, que al igual que sus alumnos, también se acompaña por ellos y deja atrás su soledad.
"El pool para las personas mayores tiene tremendos beneficios. A través de él se puede entrenar capacidades cognitivas, pues el deporte te hace ejercitar el cálculo mental, la memoria, la precisión y también la motricidad fina. Entonces hay muchos beneficios, al margen de rescatar una técnica clásica de Valparaíso", explica Carolina Carvajal, encargada de la oficina porteña del adulto mayor.