Brutal asesinato de padre e hijo discapacitados en V. Alemana
Ambos, con movilidad reducida, recibieron alrededor de siete puñaladas cada uno.
Cada lunes, miércoles y viernes, la señora Guillermina llegaba a eso del mediodía a trabajar en la casa de don Óscar Luis Pérez Zarzola, de 74 años, donde el hombre vivía sólo con su hijo Pedro Antonio Díaz Pérez, de 49.
Ayer no fue la excepción. La señora Guillermina golpeó la puerta de la casa ubicada en calle Cabo de Hornos 188, en Villa Alemana, pero nadie le abrió. Golpeó la ventana del dormitorio del mayor de los varones y nada. Se dio vuelta a la casa y en la parte posterior se percató de que la ventana de la pieza del planchado estaba abierta y había un tambor plástico. De inmediato sospechó que se trataba de un robo.
"Lo raro es que tenían todo cerrado, cuando yo llego a las 12.00 ellos siempre están sentados al sol y cuando no están, porque han ido a comprar, me dejan la puerta abierta y una nota donde dicen lo que tengo que hacer del almuerzo. Estaba cerrado, le golpeé la ventana a don Óscar y nada y me fui derecho para atrás, donde duerme el hijo, y al lado está la pieza del planchado, veo la ventana abierta y abajo un plástico que nunca estaba ahí", relató la trabajadora.
No entró y se fue a la verdulería de don Víctor Hugo, en calle Victoria, quien era uno de los vecinos que habitualmente los ayudaba. Don Víctor Hugo concurrió al domicilio y luego de llamar ingresó por la ventana. Un zapato en un lugar no habitual llamó su atención.
Recorrió la casa hasta que llegó al dormitorio de don Óscar. Ahí se topó con los dos cuerpos sin vida y ensangrentados, uno sobre la cama y otro en el suelo. El vecino salió raudo de la casa y llamó a Carabineros.
Casi no caminaban
Óscar Pérez y su hijo Luis casi no caminaban, tenían una serie de problemas de salud que los hacía sólo moverse hasta su antejardín, donde tomaban sol a eso del mediodía y después en la tarde. Saludaban a los vecinos y se entraban. Cuando necesitaban salir, que era una vez al mes, lo hacían con ayuda, apoyados con muletas y en casos muy necesarios. Eran buenos vecinos y buenos jefes.
"El lunes me dijeron que les lavara un bidón porque iba a ir el otro hijo de don Óscar a comprar chicha, dejé el bidón lavado y hoy estaba la chicha, por eso que creo que anoche fue cuando pasó todo esto. Es lamentable, me da tanta pena, yo llevaba ocho años trabajando con ellos, eran personas tranquilas, conversaban con los vecinos, les había tomado cariño, para el día de la mamá me regalaron una torta... No entiendo como hay gente tan mala", se lamentó la asesora.
A la señora Guillermina le llamó la atención que la casa estaba en completo orden, tal como ella la había dejado el lunes, salvo lo que había en el dormitorio, donde no quiso entrar. Por otra parte, dijo, le extrañó que los cuerpos estuvieran juntos si dormían en piezas separadas y hacían un gran esfuerzo por moverse.
Apuñalados
Fue personal de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones quienes realizaron las diligencias en el lugar, según lo dictaminó el fiscal Sergio Morales de Villa Alemana.
"La Policía de Investigaciones ha realizado diversas diligencias en el sitio del suceso y ha podido establecer la intervención de terceros, desconocemos el móvil. No está determinado si hay un robo de por medio, si hay una persona extraña a la casa que ingresa o una persona conocida de ambos integrantes de este hogar", sostuvo el fiscal.
El abogado precisó que no hay sospechas en la familia o los vecinos acerca de quién pudo ser el asesino, toda vez que se trata de un barrio tranquilo, con residentes que se conocen hace muchos años y no hay ningún indicio de robo o de que falten especies de valor en el domicilio.
Por su parte, el subprefecto José Araneda, jefe de la Brigada de Homicidios señaló que en el sitio del hecho trabajaron la BH, personal del Laboratorio de Criminalística y un médico criminalista de la PDI quienes examinaron los cadáveres.
"Se pudo determinar que el deceso es consecutivo a la utilización de un arma cortante. Hay un conjunto de lesiones, heridas de defensa y heridas atribuibles a la acción de terceras personas. Se está rastreando el lugar, pero hasta el momento no ha aparecido el arma. Son alrededor de siete lesiones las que tiene cada uno, todas en la parte anterior, torácicas, cervicales y de defensa, es decir, en antebrazos y manos", señaló el subprefecto Araneda.
Vecinos
Según se estimó, el hecho ocurrió en horas de la madrugada y los vecinos no oyeron ni vieron nada extraño durante la noche.
La señora Ketty Becerra es vecina de los fallecidos y no puede entender cómo es que ocurrieron los hechos sin haber oído nada. Tiene temor dado que en el sector sólo viven personas adultas, la mayoría de la tercera edad.
"Anoche hubo tranquilidad, no escuchamos nada, ni siquiera el perrito del vecino ladró. Siempre conversábamos, son personas enfermas, todos los saludaban, eran personas muy tranquilas, ayer vi a don Óscar sentado y nos saludamos y ahora, llegar de comprar y ver esto es demasiado fuerte, es impactante, vivir al lado y no sentir nada. Ahora también tenemos una enorme sensación de inseguridad, tenemos alarma comunitaria y cualquier ruido que escuchamos tocamos la chicharra, nos creíamos seguros. Estoy asustada", dijo entre lágrimas.