En Casablanca quieren llenar tranques de más de 80 años
La idea es combatir la sequía rellenando las napas subterráneas que hoy en día funcionan en la comuna para así ayudar al desarrollo de las viñas y también aportar al consumo humano de agua.
Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
Kilómetro 72 en la ruta 68, estamos en Casablanca capital mundial del vino. Una casona blanca, imponente, espera a los invitados que, llegados de muy distintos lugares de la región, darán inicio a las celebraciones por el día del vino.
Senadores, seremis, gremialistas y empresarios del vino se juntaron a comienzos de septiembre, en la viña Viñamar de Casablanca, para adelantar el día del vino. Dicha instancia fue el momento en que las autoridades y viñateros locales hablaron sobre el futuro del vino casablanquino, su significado y cómo es que puede enriquecerse, aún más, su producción.
Mario Agliati, presidente de la Asociación de Empresarios Vitivinícolas del Valle de Casablanca, fue quien nos recibió en la visita y nos contó los detalles imperceptibles que hay detrás de la cosecha de las seis mil hectáreas de viñedos, producidas anualmente en la zona. El grupo que lidera está conformado por alrededor de 19 viñas, mientras que el resto son agricultores de la vid.
Agliati cuenta que el objetivo de la asociación es trabajar en común y por eso es que se juntaron, casi todos, a celebrar el día del vino en la viña Viñamar que dirige. De ahí en adelante tienen que resolver los problemas de forma común, salir adelante y mostrarle al mundo que el Valle de Casablanca no es cualquiera.
Entre las dificultades que ponen freno a la productividad del valle están la típicas heladas invernales, la conectividad y la sequía, a la que tanto temen los casablanquinos. "Además hay temas agrícolas que enfrentar, las plagas, prevenirlas, ir adelantándonos como Valle a las situaciones", comenta Agliati.
Mientras tanto el alcalde de Casablanca, Rodrigo Martínez, recalcaba en sus discurso la ejecución de un proyecto de hace casi cien años, pero que no había sido aprobado hasta nuestro tiempo. "Tu sabes como es este país, las grandes obras de riego se formaron en el siglo XIX. Por ejemplo, Curacaví se abastece por el Canal de Las Mercedes, que es un proyecto que el presidente Balmaceda financió con plata de su bolsillo", cuenta el alcalde.
Riqueza del valle
Hace treinta años el horizonte de Casablanca apuntaba a la agricultura tradicional, siempre con problemas de sequías, a la vez que era un gran productor de leche y hortalizas. Hoy día, en cambio, de las 13 mil hectáreas cultivadas, la mayoría forman parte de la industria del vino.
"Muchos hablaron sobre el vino y su desarrollo, pero nosotros como municipio estamos trabajando por complementar lo que hacen las viñas, fortaleciendo el emprendimiento, construyendo nuevos lugares de alojamiento, porque todo es un todo, no es solamente el vino que uno se toma con un plato de comida, sino que es uno de los tantos ganchos que tiene nuestra comuna", decía en su discurso el alcalde Rodrigo Martínez.
Desde la Corporación de Fomento de la producción (Corfo), indicó su director regional Gianni Rivera, se están invirtiendo buenos recursos no solamente en la producción de vino, sino que en las actividades que lo complementan y enriquecen. Más de 30 millones de pesos se invirtieron, en vistas de "potenciar a las empresas del sector turístico y Viñas que prestan servicios turísticos en el Valle de Casablanca".
"El enoturismo es un tipo de turismo que está dirigido al conocimiento del entorno, trabajo y los espacio para la elaboración del vino, y por sobre todo a las actividades que se realizan con los visitantes en las viñas que logran acrecentar el conocimiento y la adquisición de vinos, las que pueden generar un desarrollo progresivo en las diversas zonas vitivinícolas. El enoturismo es conocido como un turismo de exploración, con un fuerte componente cultural y gastronómico", agregan desde Corfo.
El clima frío que se presenta en Casablanca le da a los vinos- mientras que enriquece el turismo- un carácter muy distinto de otras cosechas, producidas en otros valles. Los más apetecidos vinos son los Chardonnay, Pinot Noir, Sauvignon Blanc y espumantes, con una denominación de origen reconocida por la universalidad del rubro.
Canal prosperidad
Ahora hay que retomar el problema del agua, importante recurso no sólo para la producción de vinos, sino también para el consumo humano. En Casablanca está faltando y si no se movía la voluntad política, viñateros y casablanquinos tendrían más de algún problema.
Las napas de pozo funcionan, hoy, a una capacidad del 30% en comparación a lo que daban hace diez años. Problemas en las aguas potables rurales, así como también en varias localidades escondidas en la zona, que contemplaban como se va quebrando la ilusión de un Valle próspero.
Pero la semana pasada esos malos augurios se convirtieron en gran noticia para todos en la comuna. De eso hablaba el alcalde Rodrigo Martínez en su discurso, un proyecto que recién se aprobó hace unos días y del que pocos conocen su historia, relegado más de 80 años en las listas de espera del Congreso Nacional.
"El canal Prosperidad tiene como objeto rellenar los embalses que tiene Casablanca en los meses de invierno, en conjunto con el lago Peñuelas. El objetivo es regar el Valle de Casablanca, llenar las napas de las que se toma agua y solucionar a futuro el problema del agua en el gran Valparaíso", explica Martínez, quien no siendo admirador del Presidente Salvador Allende, reconoce que esta iniciativa se encuentra paralizada, desde los tiempos de la Unidad Popular.
Los tranques se construyeron en 1928 y desde ahí que el sueño ha sido rellenarlos de alguna forma. El primer proyecto, más acabado y ordenado, fue desarrollado por el general Carlos Ibáñez del Campo en 1953 quien, en un discurso histórico cerca del peaje de la cuesta Zapata, arengó a "Regar estos llanos". En los próximos años el sueño del caudillo por fin se cumplirá.