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Piden mesa para dignificar los derechos de taxistas de colectivos

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Una solicitud formal para conformar una Mesa Conjunta con el objetivo de dignificar los derechos de los trabajadores de taxis colectivos de la Quinta Región entregó el presidente del Sindicato de Trabajadores Independientes Conductores de Colectivos Variante Agua Santa y otros, a la seremía de Trabajo y Previsión Social de Valparaíso, luego del sentimiento conjunto que les produce el no conseguir ningún tipo de avance en las gestiones que han realizado a través de los años para ser considerados por las autoridades.

Al respecto, Leonardo Contreras, abogado del sindicato y candidato a diputado por el Distrito N° 7, contextualizó el hito, indicando que "el primer taxi colectivo que funcionó en Valparaíso lo hizo hace más de 43 años desde el Terminal de Buses del Rodoviario hasta Rodelillo, y desde entonces la normativa laboral nunca se ha aplicado para estos trabajadores y han pasado a ser trabajadores de segunda categoría, con un trato totalmente deficiente y cero fiscalización por parte de la autoridad competente en materia laboral".

El abogado explicó que "por lo mismo, hoy día estamos solicitando a la seremi de Trabajo y Previsión Social que, en ejercicio de sus facultades legales, conforme una mesa de trabajo sectorial, porque estamos hablando de más de tres mil trabajadores a nivel regional que están siendo afectados por la falta de garantías de seguridad, de efectivo descanso, de normas higiénicas en las garitas o terminales y de previsión social, que es lo más importante".

'Los Guns' a flor de piel: el tatuaje de un fanático

A días del esperado recital de la banda norteamerica en Santiago, fans revelan pasión al límite. Y el calco en tinta del tatoo de su ídolo, Axl Rose.
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Guillermo Ávila N.

No es nuevo. Cruces grabadas con polvo de carbón en las rodillas y extrañas líneas perforadas a la pigmentación. Al primer hombre tatuado lo encontraron el año 1991, en Italia. En rigor, fue el primer lienzo humano del que se tenga registro: lo llamaron Otzi y el sujeto vivió hace más de 5 mil 300 años...

Marineros, presos, legionarios, momias... eran los patrimonios a las pieles tintadas. Y en ese selecto grupo, al hoy más democratizado a las masas, otra fauna: los aún roqueros.

Y uno de ellos, llamado Erik Andrade, de 28 años, villaalemanino, encargado de las comunicaciones del Club de Leones, de chasca lacia al viento, está ataviado de jeans negros y polera roja con la imagen del asesino Charles Manson, que capta la atención al camino. "Quiero ponerme uno, en donde lo tiene un 'Gunners' de verdad", dice Andrade, también cantante de Los Palurdos, una banda cargada al ilegal rock, aquella parte sucia del glam ochentero, y que harán su primer video a principios de noviembre.

Rock en tinta

Haga frío o calor, en la parte inferior de su fibroso antebrazo derecho, Erik Andrade siempre procura mantenerlo al descubierto. Tiene por qué: en esa zona corporal decidió hacerse el tatuaje. Una cruz que representa a los músicos; pasión de vida y ruta, los míticos Guns N' Roses.

Se trata del mismo tatoo que su ídolo Axl Rose, vocalista -más bien frontman- de los Guns, decidió poner tinta tras firmar un contrato con el dios midas, el productor Geffen, para el primer long play de la agrupación de Hollywood, California. Esta cruz, denominada comúnmente "Appetite Cross", corresponde al dibujo original diseñado por Bill White Jr.

En retrospectiva, Erik comenta que, "lo único que comía y vivía era Guns: tenía todo lleno de póster". Pero le faltaba el tatuaje, el único que se ha hecho por su grupo regalón... porque desea que ningún otro se lo opaque. "Me lo hizo Mariela Cartagena, de Villa Alemana, excelente tatuadora, de mundo. Estuvo en Europa. Nunca me eché bloqueador ni nada". Se lo hizo por partes: primero las cinco calaveras (representan los cinco integrantes de Guns N' Roses), luego el 2 en 1. Terminó unificando el tatuaje, en años. "Rojo, azul, blanco y hasta el amarillo que cuesta caleta que se pegue, están nítidos".

A su lado están otros dos fans. Enzo Filippi, 28 años, también de la ciudad de los molinos de vientos. "Los seguí de la época de cassette. El Apetito de Destrucción (álbum) me voló la cabeza". Y Eduardo Artus, 31 años, fanático "a morir. Son mi músico terapia en el Sename donde trabajo", dice. Ostenta un tatuaje hecho por Hugo Lemus, de la portada del Use Your Illusion 1, "el monito donde sale la última cena, en el brazo derecho". Ahora, ya con entradas en mano, los yuntas están 'ready' para sacudir, con chascas y tatuajes, al 'Santiago Rock City', al power de Guns N' Roses.