Guillermo Ávila N.
¿Relajemos la vena? Ni las bombas de hidrógeno ni los temibles misiles con ojiva. Si hay una cuestión de estado para Kim Jong-un, aquel líder de la hermética Corea del Norte, que maneja al botón más allá de la mira sobre Japón, Corea del Sur o Estados Unidos, incluso como prioridad nacional, es su corte de cabello: el imitado 'Fade' o desvanecido alto.
Esto es serio. En 2015, decretó una orden propia de un líder supremo macho alfa: los hombres, en rigor sus súbditos, debían copiarle corte. Y con un filo al cuidado: longitud máxima de dos centímetros.
Más radical, ese mismo año, Kim Jong-un aplicó matiz a su look peluquero antes más infantil al hoy de estilo angular, con una forma trapezoidal donde el cabello se une a la frente. Y un qué, a la altura de su régimen: hacerlo parecer a él más alto. Y con carácter. Rudeza. Ser Kim.
Son casi 20 mil kilómetros de distancia los que separa a la República Popular Democrática de Corea, el último bastión de la Guerra Fría, del edificio Caracol Porteño, en calle Condell, Valparaíso. Allí José Ignacio Ramírez, de cerro Cordillera, es 'Nacho el Boss' o Nacho el jefe. Bajo lupa, lo podrían confundir con Kim Jong-un a las navajas. Incluso le tiran la talla, cercanos y ajenos. "Antes, cuando estaba más gordito, me decían que era igual al coreano", afirma.
Estamos en 'The Boss', "la barbería más dura de Valparaíso", así la conocen sus devotos a los peinados desde el 20 de septiembre del año pasado. "La cosa es renovarse", dice Nacho.
Aquí trabaja junto a otros dos artistas. Por ello sus nombres: 'Jean Yeanbepe', de 19 años, es su primo, y 'Chamaco'. "Nos tiramos nombres artísticos para los clientes", acotan.
A los 14 años, Nacho ya recortaba el pelo a los profes. También afeitaba. Laboró en tres barberías antes, tanto en Viña del Mar como Valpo, pero no se sentía cómodo. Lo suyo iba por el emprendimiento. Alejado de lo colombiano, dominicano o clásico.
Juntó sus lucas, y con ello The Boss, de estilo distinto, "medio americano. Onda New York, tipo Bronx", agrega su dueño.
Fade alto, oriente cool
¿Y el corte Kim Jong-un? Cuesta cinco mil pesos (con las cejas de cortesía). Nacho explica, mientras los clientes se van apilando a ese aspecto como clones del coreano. "Más pelado, mejor. Al principio los clientes dicen dame un 1 milímetro o un 0.5. Al final se acostumbran al rapado, al cero: lo más pelado posible. Antes venían una vez al mes, ahora una vez por semana... para que no se les vaya el pelado".
Su receta al molde exacto: "Con la máquina numeral cero marca hasta la mitad del cerquillo, que es el cuadrado de la frente (medio cuadro), hasta la punta del costado donde se ubica la ceja. De allí para arriba se difumina (súper corto). Afeitar abajo, con máquina, luego navaja, que quede piel a la vista". Hasta acá le han llegado, gringos, europeos, de Tailandia, "todos quieren el estilo Kim Jong-un".
Nacho terminó de repasar por los costados a Kevin Mesina, un fiel cliente. "Excelente atención. Me realizo este corte aquí seguido. La lleva. Soy de la casa". Dato Nacho: "Lavarse cabello a diario, después secador, aplicar un poco de cera para moldearlo, y gorro para que se aplaste. Ya al salir, más cera y leve toque de laca, para mantener el look durante el día". Ser un Kim Jong-un. La moda oriental, de bomba.
Horario: de lunes a viernes, de 12:00 a 20:30 horas. Y sábados.