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La calle opina

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José Miguel, kiosquero: "¡Esto es insalubre!"

Dos generaciones y un mismo kiosco de diarios, al costado de la Terminal de Buses, en avenida Pedro Montt. "Al principio me parecía bueno todo este asunto cultural, pero se convirtió en un evento que perdió todo el control: los chicos toman en las calles, duermen en el sector, se tornó insalubre esto de Los Mil Tambores. Tengo que lavar todos esos días: defecan, orinan y vomitan aquí en mi kiosco. Debiera ser algo patrimonial y cultural, no esto. con mucha gente que viene de afuera y en realidad llega a destruir y ensuciar. Mi experiencia ha sido mala, encima me rayan todo el kiosco".


María Cerda, Plaza Victoria: "Es pura droga"

Del plan porteño, tiene 26 años de poseer un carrito de confites y cabritas, y que este fin de semana guardará bajo llave al interior de los juegos. "Es muy desagradable, como tengo patente, no puedo irme a trabajar a otro lado. El olor a marihuana, garabatos, peleas... En la mañana, uno encuentra todo acá con feca, vómitos... en este lugar se amanecen y hasta se apoderan de la plaza: vienen e instalan sus carpas. Tuvo que venir el 'guanaco' el año pasado a levantar todas esas carpas. Igual da pena esos muchachos. Van a las botillerías, pero cuando cierran, sacan sus tragos de las mochilas"


Lorena Morales, subida Ecuador: "Acá defecan"

Residente desde hace 45 años en un edificio en la parte baja de la avenida Ecuador. Vive con su familia: marido, hijos y nieto. "Esta actividad es como una invasión. Se ponen a dormir acá, dejan orina y feca, más que lo normal... porque igual acá los fines de semana ocurre, pero menos. Con Los Mil Tambores, en la calle de atrás, se forma una especie de anfiteatro: allí todos beben durante la noche. Nos sentimos inseguros, se hace un seudo turismo de gente que no viene a aportar a la ciudad. No creo que sea un problema de poner más o menos baños para Los Mil Tambores".


Jorge Valenzuela, vecino: "¿Quién los para?"

Desde hace cinco años que vive en el Edificio Plaza Victoria, en Independencia. "Esto afecta muchísimo el área de gente residente y comerciantes, aunque sea un fin de semana. Pues, porque dejan toda la cochinada aquí mismo. Y yo me preguntó... ¿quién los para? El año pasado lo que se vivió en todo este sector fue una inmundicia total. Imagínese que pusieron carpas al lado en la Plaza Victoria: allí hicieron de todo. Me levantaba y veía todo tan sucio. ¡Aquí mismo afuera de mi edificio dejaban sucio! No entiendo el aporte de esto. ¡Qué los tiren para otra parte sería magnífico!".