Los porteños, los que vivimos en los sectores turísticos, sabemos y tenemos claro que este fin de semana nuestros barrios se transformarán en una película de terror con zombies de todo tipo, que sólo quieren dañar nuestra calidad de vida y la de la ciudad.

El carnaval o festival Mil Tambores es una actividad que puede calificarse de egoísta, pues beneficia a unos pocos que ni siquiera son de Valparaíso, por el costo que pagan muchos porteños.

¿Por qué no hacemos actividades recreativas para ancianos y niños, en vez de hacer este evento para un grupo de jóvenes?

Luis Concha.

Seamos claros. En el Mil Tambores no gana nadie, o sea ningún porteño, salvo alguna que otra botillería. La ciudad queda indecente; aumenta el riesgo de asaltos ante el mar de gente que innunda la ciudad; ni hablar de los alrededores del terminal de buses ni de la Plaza Aníbal Pinto.

No. No nos coparemos con fiestas tradicionales e históricas como los carnavales de Río o Oruro, por ejemplo. El Mil Tambores no tiene ni 20 años de rodaje ni tiene una historia cultural ni social detrás.

El Mil Tambores es la excusa de un grupo de jóvenes para pasarla bien, el problema que la mayoría de esos jóvenes viene de Santiago, con la sola idea de venir a carretear hasta que el hígado aguante. Señoras y señores, el Mil Tambores simplemente debe suspenderse para siempre para tranquilidad de quienes habitamos este Puerto maravilloso.

Sergio Fuentes.

Tambores y más pega

¿Cuánto carabineros tendrán que proteger a los jovencitos y jovencitas del Mil Tambores, en desmedro de la seguridad de nuestros cerros?

¿Cuántos aseadores tendrán que limpiar la mugre que dejarán los jovencitos y jovenctias del carnaval, en desmedro del aseo de nuestros cerros?

Al igual que en Año Nuevo, la ciudad se verá invadida de orcos fiesteros. Me apena por Valparaíso y los porteños que desarrollen el Mil Tambores, sin preocuparse realmente por las necesidades de los vecinos y vecinas.

Tambores de basura

Este fin de semana celebraremos una nueva versión del carnaval "Mil Tambores…de basura".

Rosaura Pérez.

Javier Labrín Jofré.