Oriele Zencovich: "Mis hijos me dijeron "¡Vieji, te volviste loca!"
A sus 87 años, la matrona DC accedió a postular al Senado por la V Región, a solo horas de que se cerraran las inscripciones. "Espero que Dios me dé energía para luchar por una vejez digna para los que vienen detrás", dice.
El dicho popular advierte que a una mujer nunca se le pregunta la edad. Pero los seguidores de la candidata al Senado Oriele Zencovich olvidaron la máxima y, durante los primeros días, luego de la inscripción de las candidaturas parlamentarias, lo primero que hacían era consultarle cuántos años tenía…
Es que no todos los días se ve una candidata de 87 años que decide emprender la misión de intentar llegar al Congreso. Y esta matrona, con seis hijos a su haber, 24 nietos y 16 bisnietos lo tiene claro. Tiene carácter, fuerza y un empuje envidiable, pero aun así espera responder a quienes la siguen. "Espero en Dios que me dé energía, porque la tarea que me he propuesto es luchar por el envejecimiento del país y por una vejez digna para los que vienen detrás".
¿Qué le dijeron sus hijos, nietos y bisnietos cuando usted les contó que iba de candidata?
Empezaron "¡Vieji, te volviste loca! Pero estás contenta…". Mis hijos (me decían) "Mamá, no dejes de contar con nosotros". Mis nueras, un poco más y quieren cambiarme hasta la ropa para ayudarme, pero yo les digo que quiero seguir siendo la misma.
El plazo para inscribir candidaturas al Parlamento venció el 21 de agosto pasado. Y apenas algunas horas antes recibió el llamado de su partido de toda la vida, la Democracia Cristiana. Y ahí le pidieron postular. "Es cierto que fue el último día, a las cinco de la tarde, me llaman y me plantean una disyuntiva que para mí fue angustiosa. Me dicen "no podemos inscribir la lista de senadores, porque nos falta una mujer. Te pido que por favor digas que sí". La verdad, este es el segundo "sí" que doy en mi vida, el primero lo di cuando me casé", recuerda y se ríe, pues dice que ambas decisiones "fueron igual de complejas".
Sabe que ese llamado, en todo caso, estuvo teñido por la ley de cuotas, la que a su juicio pone en relieve la labor de las mujeres en política y la necesaria complementariedad de ambos géneros. Y aunque admite que "a ratos me arrepiento", decide seguir adelante, pues cree a pies juntillas que esta nominación significa un reconocimiento de su partido a la labor que ha realizado… Aunque sea a la sombra de los dos postulantes hombres de la colectividad: Ignacio Walker y Aldo Cornejo.
La "politiquería"
En todo caso, Oriele Zencovich no viene recién llegando. Ni al mundo político ni a la región. Lleva más de siete décadas en estas lides, siempre en la DC. Desde los 16 años, ha participado en distintas instancias: trabajó en Isla de Pascua en el gobierno de Eduardo Frei Montalva y luego fue la primera mujer en ser designada consejera regional en Valparaíso, en 1993. Por eso, entre risas dice que cuando llegó al gobierno regional ya era adulta mayor.
Esa experiencia es la que le permite tomar cierta distancia, mirar la difícil situación del sistema político y hablar de aquello con dureza: "Esto no es política. Es politiquería. Han desfigurado lo que significa hacer política", dice y recuerda que "hacer política es un medio, un camino para buscar un mundo mejor para los demás. Las descalificaciones, la falta de probidad, eso no es política. Y eso ha llevado a la desconfianza de la comunidad y a que haya gente que no quiere votar".
Y aquí es cuando su voz dulce y pausada se transforma, y sube el tono para enviar un mensaje a los más jóvenes: "El no votar es dejar que lo callen uno, porque el voto es premio o castigo. Si tú dejas de ir a votar, estás permitiendo esa politiquería".
Pero también son esos años los que le han permitido tener claro por qué quiere postular al Congreso, principalmente, para enfocarse las crecientes dificultades de la tercera edad.
Zencovich ha viajado a conocer la experiencia en otros países "sin pedirle un peso a nadie" y se ha dado cuenta de que, en el mapamundi, no somos los mejores, pero tampoco los peores en cuanto a políticas públicas destinadas a este grupo etario. Pero con fuerza advierte que se debe poner el acelerador: "De aquí a pocos años más no va a haber economía que resista con tantas pensiones, porque además no se va a reponer la fuerza trabajadora. Por lo tanto, hay que reformular políticas, no solo para cuidar al adulto sino que para preocuparse de los que vienen detrás".
En todo caso, la candidata advierte que -de ser electa- se la jugará no solo por los mayores, sino también por las mujeres, los niños y los hombres. Dice que para ello, su trabajo se centrará en redes sociales y en sus equipos de trabajo, porque quiere una campaña "muy austera. Yo no voy a ocupar recursos fiscales para una campaña apoteósica y después si no salgo voy a dilapidar los fondos".
Advierte que aquello no la pone en desventaja, por el contrario. "Estamos cumpliendo la segunda semana de trabajo. Hay candidatos que están los cuatro años haciendo campaña y están pasando susto…".