Sorpresiva muerte del padre Pepo, creador del Comedor 421
Fue conocido por su obra, por su cercanía con los feligreses, pero también por su rebeldía y progresismo.
La madrugada de ayer a los 87 años falleció en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar José León Gutiérrez Asenjo, más conocido como el cura Pepo como todos le decían, el creador del Comedor 421 de la Iglesia La Matriz y quien también fue conocido por su rebeldía y valentía durante la dictadura militar.
Desgaste, alza de azúcar y una neumonía lo llevaron a ser hospitalizado el pasado 24 de septiembre donde fue diagnosticado de un Síndrome Confusional, pero no resistió y una falla en su corazón hizo que dejara de existir.
Ingeniero químico de profesión, este sacerdote se acercó a Dios estando en la Universidad Católica de Valparaíso, sin embargo, no ingresó al Seminario hasta cuando egresó la primera carrera que estudió. Luego vinieron tres años de Filosofía y otros cinco de Teología y Electrónica.
Según una entrevista que fue publicada en la página de la Universidad de Valparaíso el año 2002, el cura Pepo se consideraba una persona rebelde, de niño y de adulto, al punto que fue despedido de su trabajo e incluso detenido.
"Todos éramos rebeldes cuando yo era alumno y seguí siendo rebelde como profesor, al punto que me echaron de la universidad, sin sueldo ni nada, bajo apercibimiento de arresto si volvía a entrar. Eran tiempos de dictadura... luego estuve preso en la Academia de Guerra. La primera vez una semana, después vinieron otros encierros. La razón no la sé, yo enseñaba el Evangelio y éste es revolucionario, es decir, no está de acuerdo con el statu quo o el orden establecido y menos con una dictadura", señaló.
El taller de pepo
Tras ese episodio comenzó su trabajo vinculado a los Derechos Humanos, ayudaba a quienes estaban quedando cesantes por motivos políticos, o bien que tenían familiares detenidos y creó un taller de reparación de electrodomésticos conocido como "El taller del Pepo".
Hizo trabajos encubierto sin revelar su condición de sacerdote y el año 1991 arribó a la Iglesia La Matriz donde después creó el Comedor 421 que hasta el día de hoy recibe a cientos de personas en situación de calle de lunes a domingo. El año 2005 dejó para siempre sus labores en La Matriz.
"Fue un buen hombre, un hombre de Dios, él anunció a Jesucristo bien encarnado, sufriente, con dignidad, yo creo que el padre Pepo anunció siempre la resurrección. Donde él veía una cosa negativa, ponía lo positivo; era instrumento de cambio, enamorado de la humanidad y divinidad de todo ser humano, era un hombre muy sensible y por eso hizo cosas grandes porque pudo fijarse en las cosas pequeñas de cada persona", dijo el padre Gonzalo Bravo, actual párroco de La Matriz.
Preparado para morir
Hace un mes aproximadamente el padre Gonzalo estuvo con el cura Pepo, conversaron de la vida, pero también de la muerte.
"Me decía no tengo ningún problema con la muerte, estoy preparado, Dios me ha ayudado, me he reconciliado con él y estaba esperando la muerte sabiendo que Dios es resurrección. Ya estaba inconsciente esperando la muerte, estaba muy confiado en el encuentro con Dios y al final esta una muerte que alegra porque es el paso a una vida plena que él predicó, esperó y esperamos que ahora la disfrute", señaló el padre Gonzalo.
El cineasta quilpueíno Andrés Brignardello conoció a padre Pepo en la década de los años 80' cuando ambos estuvieron en Fundación de Acción Social de las Iglesias Cristianas (Fasic) donde el padre colaboraba todos los días en tareas de Derechos Humanos con quienes buscaban a sus parientes.
"Era un personaje conocido por ser uno de los pocos curas que se quedó tras el golpe, pero después lo conocí más cuando hice una película sobre Miguel Woodward de quién él era gran amigo. En esa época ya había dejado La Matriz y empecé a ir a su casa. Pepo era un tipo super sencillo, su familia era tradicional de muy buena situación económica, pero él tremendamente sencillo, su hermano era abogado y redactó la Constitución de 1980", señaló.
Respecto de su espíritu rebelde, Brignardello asegura que el expárroco de La Matriz era progresista, que no quería vivir de los recursos de la iglesia, por lo tanto trabajaba. "Creo que era más seguidor de Jesús que de la iglesia, por eso tenía posiciones que podían parecer de izquierda, pero lo de él tenía que ver más con la concepción de la vida. Era un cura medio santo creo yo", dijo. Hace unos meses se encontraron en la calle frente a su departamento donde tomaba sol, conversaron, recordaron cosas y se despidieron. Sería la última reunión por eso hoy lo tomó con sorpresa su fallecimiento. "Su madre vivió 110 años y pensé que sería más longevo. A Pepo se le reconoce todo lo social. De los sacerdotes uno espera cercanía, amparo, diálogo y valentía y él representa todo eso. Él representó un espíritu liberador de la iglesia, fue el último cura progresista", agregó el cineasta.