Como todos los meses me acerqué a una sucursal bancaria a cancelar el poco "ético y abusivo", Crédito Aval del Estado, el cual es encasillado como crédito de consumo y no de estudios, situación que me parece demasiado arbitraria, cuando recibo el cupón de pago, me encuentro que el valor a pagar entre una y otra cuota, había aumentado en $ 10.000, lo que me sorprendió, e inmediatamente hice las consultas, pero la entidad bancaria no da respuestas claras, y culpan a la Institución INGRESA, que es el nexo entre la casa de estudios y la entidad bancaria. Mi consulta es ¿quién autoriza esta usura? y además el banco se da el lujo unilateralmente de imponer las 240 cuotas, que a todas luces es un negocio para ellos, pero los pobres estudiantes terminan pagando dos veces su carrerera profesional, y en mi caso mi hija aún no encuentra una fuente laboral, y debe pagar, este mal llamado beneficio, y además aparecen en el sistema financiero pagando un crédito de consumo, que no le da posibilidades, de adquirir ningún otro tipo de crédito. Pienso que este no es un beneficio digno para nuestros jóvenes.

Orietta Mayne.