Nelson Ávila: "Me avergüenzo de lo que pasa en el Congreso"
Exsenador y actual candidato a la cámara alta hizo un duro análisis de lo que han hecho sus antiguos colegas con respecto de los famosos aportes reservados. Pidió permiso a su esposa para volver a postularse.
Hace casi unos ocho años, cuando el exsenador Nelson Ávila dejaba el Congreso Nacional, le juró y re juró a su paciente esposa que no volvería nunca más a pisar ese lugar.
Se fue a una parcela en Nogales donde vivió entre árboles frutales, gallinas, perros y gatos. Se hizo un "netflixadicto" y se vio todas las series de narcos, de las que hoy está rehabilitado. "Me consumieron, no me dejaban tranquilo, había dejado la lectura y lo único que me pudo rescatar es este compromiso", confiesa.
Era una vida simple y tranquila hasta que el Partido Radical hizo un llamado que cambió su rumbo. "Me llamaron para manifestarme que me inscribirían contra mi voluntad y que yo viera luego qué hacía. Argumentaron que un militante tiene derechos, pero también deberes, que el escenario actual era propicio para una imagen que yo he mantenido alejada por completo de esa relación incestuosa ente el dinero y la política y que, por lo tanto, había que levantar ese estandarte de lucha en la elección", señala a La Estrella.
Acto seguido, debió buscar un mecanismo para "controlar los efectos sísmicos en mi propia casa" y qué mejor que hacerlo a través de su hijo Pedro quien, con su nieto Lautaro en brazos, se encargó de allanarle el camino. Y lo consiguió: "Cuando habla un hijo, con un nieto en brazos, no hay forma posible de disuadir", dice. El hombre sabe.
"Soborno legal"
Fue durante el gobierno de Ricardo Lagos cuando se aprobó la famosa ley que contemplaba los aportes reservados a las campañas políticas. A Nelson Ávila eso nunca le gustó y lo hizo saber.
"Yo dije: ustedes lo que están haciendo acá es consagrar en la ley el soborno legal, porque quedó demostrado que todos aquellos que reciben dinero de las grandes empresas y corporaciones, luego actúan en sintonía con ellos y no con la ciudadanía la que representan", sostiene.
Por lo anterior es que uno de los slogan de su campaña es "con las manos limpias", donde hace alusión precisamente a eso. Y aclara que está tramitando un crédito bancario para poder financiar su campaña.
"El BancoChile ha declarado que se aparta de este mecanismo que había de financiamiento; estuve a punto, ahora que Luksic es tuitero y yo también (tiene 250 mil seguidores), de lanzar ahí, en mis 140 caracteres, un dardo potente, pero me contuve y por lo tanto estoy buscando fórmulas más armoniosas", aclara.
Raquel y las cirugías
El miércoles pasado, cuando se desarrollaba el debate de candidatos al senado en Valparaíso, Nelson Ávila se refirió a la actual constitución política con una frase que generó todo tipo de reacciones. Hubo risas, pifias, críticas y elogios.
"Es una constitución que ya tiene más cirugías estéticas que Raquel Argandoña", disparó en aquella oportunidad. ¿Le sumó o le restó?
"En ese tema siempre operan las matemáticas. Hay suma, hay resta, hay división y hay multiplicación, ¿qué domina sobre otro? No hago aún el balance. Yo, como un aficionado meteorólogo, esperé chaparrón, en día y hora y no llegó con lo que entiendo ella subestimó el tema, no le concibió mayor importancia. Me encargué de aclarar que podría haber sido un mal chiste, un sarcasmo tosco, pero que igual iba con un poquito de cariño. En más de una ocasión interactuamos y siempre con una cierta simpatía mutua y como ella es inteligente, entendió que yo no me he referido a su condición de mujer, sino que a un aspecto, a sus intervenciones que, por lo demás, ella nunca ha tenido ningún problema de hacerlas públicas", explica.
De salir electo senador tratará por todos los medios de recuperar la confianza de la gente: sabe que el Congreso no ha estado a la altura y califica la corrupción como un hecho repudiable, que ha permitido el descrédito.
"Me avergüenza profundamente, me repugna mucho aquello que ha ocurrido y particularmente el hecho de que todos los que postulan esta vez a reelegirse no tengan el coraje de decirle a la ciudadanía cuál es el origen de los dineros secretos que recibieron de grandes empresarios (...) Por desgracia ninguno se salva, hay uno solo que puede lucir una credencial de fidelidad democrática republicana representativa, no quiero decir quién es porque no deseo ser presuntuoso", dice entre risas.