Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
"Hoy fue víctima de un portonazo por parte de dos delincuentes niños, por medio del electrochok y golpes de puño en el rostro, una mujer trabajadora. Antisociales, delincuentes, jóvenes o adolescentes, como quieren decir algunos, golpearon a ésa, mi mujer, que cumple una función de técnico paramédico en el Van Buren y que nunca antes los había discriminado por lo que hacen. Siempre con pena, diciendo que tan niños y ya delincuentes, que había que cuidarlos. Eso lo escuché de la propia boca de la que hoy fuera víctima de un portonazo", escribió sentido el sargento de Carabineros, Jorge Arredondo, luego del incidente.
Eran las 20:30 hrs en la tarde y Claudia García todavía no retornaba a casa, después de la reunión de apoderados de su hija. A esa hora, unos gritos alertaron al sargento Arredondo, quien salió corriendo a ver que estaba pasando.
Pero los delincuentes ya se habían robado su auto y se perdían veloces entre los cerros. Un vecino que estaba llegando en su vehículo lo ayudó y, con él, iniciaron una carrera para encontrar a los delincuentes, hasta Rodelillo, sin buenos resultados.
Al día siguiente y aún sin reponerse de los golpes- que la dejaron con licencia por seis días- estaba Claudia García, en cama y un un tanto adormecida por los efectos de un calmante. Moretones en el abdomen, a raíz de la corriente, y cortes en el labio y el cuello, fueron las consecuencias físicas del portonazo que sufrió.
Su marido, Jorge Arredondo, aseguró que el episodio no duró más de un minuto, para ella ese tiempo fue eterno. Desde que salvajemente le gritaron que se bajara del auto, pasando por los golpes de corriente, manotazos, hasta que el Kia Cerato corría lejos por la la calle Urrutia, en el cerro Barón.
"No sé si quedé enganchada mientras ellos me empujaban, pero me arrancaron un pedazo de ropa. Justo en ese momento, dos personas pasaron pero no hicieron nada, creo que por miedo a ser agredidas", contó la víctima.
Todos los días es igual
Según Jorge Arredondo el sector en el que vive, de la calle Urrutia, es tranquilo y eso es lo que sorprende a todos. "Ahora quién va a vivir tranquilo después de esto", se preguntaba.
"Y no sólo en este sector, sino que en las partes más tranquilas está llegando esta vulneración y las que pierden siempre son las personas de clase media", sostuvo. Desde su experiencia como carabinero en la Prefectura de Viña del Mar, cree que el flagelo de la delincuencia se está saliendo de cualquier tipo de control. Y la culpa de esto, comenta, "la tenemos todos, como ciudadanos, especialmente las autoridades, políticos e incluso la institución en la que trabajo desde hace 25 años".
Su objetivo es realizar una crítica constructiva porque, reconoce, hay muchos que están mirando para un lado en la lucha contra la delincuencia.
Mientras tanto su mujer, Claudia García, mostraba imágenes que en Facebook publican los delincuentes para jactarse de que sus robos. Algunas de las fotos daban cuenta de las llaves de los vehículos que sustraen.
El mayor Roberto Saravia, jefe de la Tercera Comisaría Norte de Valparaíso, aseguró que este tipo de delitos no son comunes en el sector y que en las últimas semanas no se presentan registros de una violencia similar.