Rojos festejaron un milagroso empate
El agónico gol de Gonzalo Abán (93'), salvó de un descalabro a La Calera.
Claudio Morales S. - La Estrella de Quillota - Petorca.
Más de dos mil hinchas caleranos (2.020 controlados) llegaron la tarde del sábado al "Lucio Fariña" atraídos por la gran campaña del equipo rojo. Pero el duelo con Iberia fue áspero y pedregoso; muy distinto al de la fecha anterior contra Copiapó. Porque tal como lo dijo después el técnico Víctor Rivero, el cuadro de Los Ángeles "vino a jugar de chico a grande, tal como lo hizo en la Copa Chile en que salió invicto".
Y es que los dirigidos del DT Luis Landeros cerraron todos los caminos al arco del portero Miguel Jiménez, y aparte de eso, o a raíz de eso justamente, el juego calerano se tornó enredado y con poca claridad para dejar a los delanteros Gonzalo Abán y Rafael Viotti de cara al gol.
Iberia estaba agazapado a la espera del más mínimo error de La Calera. Y así sucedió en los 34 minutos, cuando la defensa esperaba un tiro libro directo a puerta, pero fue sorprendida por un centro que conectó sin marca Diego Opazo. Nada fue fácil para el elenco rojo, como quedó de manifiesto cinco minutos después cuando el portero sureño le tapó un penal a Viotti. Los rojos tuvieron otra oportunidad desde los doce pasos antes del entretiempo, la que sí fue aprovechada por Paulo Rosales.
A puro corazón
Rápidamente Iberia golpeó dos veces más en los primeros diez minutos del complemento. Víctor Morales perdió una pelota en la salida y cobró Juan Gutiérrez (47'). Y tras ello, Diego Ruiz hizo gala de sus aptitudes de pívot y sentenció Marcelo Jorquera (55'). La sensación general en el estadio era que se escapaba el invicto de las últimas ocho fechas.
El fútbol de Unión La Calera no apareció, pero sí la garra y el corazón. Empujados por el deseo de no dejar los puntos en manos de un rival directo, y aleonados por el público, los rojos forzaron dos tiros de esquina servidos por Wilson Piñones. En el primero, el "Parafa" Morales se reivindicó con un cabezazo para descontar cuando se iba el tiempo reglamentario. Pero quedaban los minutos de agregado, y en los 90+3 hasta Lucas Giovini se fue al área rival, pero fue Abán quien recibió esa segunda pelota, y con suspenso, la hizo ingresar al arco para sentenciar un tres a tres celebrado con todo por jugadores e hinchas.