Fabián San Martín D.
Una niña engañó a su familia y colegio al denunciar que fue secuestrada, cuando en realidad hizo la cimarra.
La protagonista es una menor de 12 años, quien relató a sus padres que a las 07.40 horas se bajó de la micro en avenida Colón con Uruguay para entrar a clases en el colegio Carlos Cousiño. Pero no alcanzó a ingresar, porque -según ella- un sujeto de raza negra la tomó del brazo, y a la fuerza la metió a la parte posterior de un vehículo de color blanco, sin que ella opusiera resistencia. El conductor también era extranjero y entre ambos le hablaban en francés e inglés. La niña señaló que los ofuscados sujetos la trasladaron por diversos puntos de la ciudad durante unas seis horas. En el intertanto el plantel educacional se contactó con la familia para saber los motivos de la inasistencia, ante el asombro y preocupación de los padres que pensaban se hallaba en clases.
La alumna manifestó que cerca de las 13.45 horas logró abrir la puerta del vehículo y salir corriendo. Se dirigió hasta un centro médico en calle Edwards al que acude a su madre, donde pidió un teléfono para comunicarse con sus seres queridos y revelarles lo acontecido. Sus atribulados progenitores la llevaron hasta el hospital Carlos Van Buren, donde el examen médico reveló que no tenía lesiones corporales ni tampoco atribuibles a actividad sexual.
Los padres interpusieron una denuncia en la Fiscalía por el delito de secuestro. No obstante en el plantel al que asiste la alumna, informaron La Estrella que ésta finalmente reconoció que la historia era falsa, y que ese día hizo la cimarra, situación que molestó a sus padres.