Ambulantes viñamarinos se sienten marginados
Comerciantes informales con más de 10 años de antigüedad cuentan cómo les afecta nueva ordenanza municipal que multará a compradores.
Nunca antes habían accedido a hablar con la prensa, pero cansados del estigma y que se les vincule frecuentemente con la delincuencia, un grupo que representa a cerca de 15 comerciantes ambulantes que trabajan en la calle Valparaíso quiso contar la parte anónima del conflicto del comercio ambulante en Viña del Mar.
Están preocupados por el negativo efecto que, aseguran, ya está teniendo la nueva ordenanza municipal que multará a quienes sean sorprendidos comprando en el comercio ilegal, normativa que si bien ya está vigente y para la cual existe en la actualidad una campaña informativa, aún no ha sido aplicada.
Asimismo, aseguran que la gran mayoría lleva más de una década dedicado a esta actividad -algunos más de 20 años- y que todos mantienen a sus familias mediante esta actividad.
Hay algo que les duele especialmente a los ambulantes, más que perder su mercadería e incluso más que ser multados: que los traten de delincuentes cuando, según sostienen, lo que hacen es intentar ganarse la vida de manera digna.
"Para nosotros es fome que nos vinculen con los delincuentes porque no lo somos. Sin ir más lejos, nosotros hemos pillado a los lanzas, se los hemos entregado a los carabineros (...) La alcaldesa ha insistido en tratarnos de delincuentes y ha enfocado la labor de los carabineros hacia los ambulantes, pero los delincuentes pasan por el lado. Ella nos mete en un mismo saco a todos y eso no es justo", comenta José San Martín, quien desde hace 15 años trabaja como ambulante en la cuadra comprendida entre Villanelo y Echevers.
Sobre el violento enfrentamiento que fue registrado por cámaras de vigilancia y celulares y que se difundió ampliamente, mostrando el enfrentamiento entre dos grupos de ambulantes rivales, los comerciantes informales son categóricos y rechazan cualquier vínculo con ellos.
"No tenemos nada que ver con eso. Al contrario, nosotros aquí cuidamos, esa pelea viene de otro lado. Esa pelea vino de Valparaíso y la trajeron acá a la calle pero no tiene nada que ver con nosotros", afirma categórico quien oficia de vocero del grupo.
Marginados
Los ambulantes dicen sentirse marginados y estigmatizados. "Nosotros tenemos familias y de esto vivimos, éste es mi trabajo. Yo tengo nietos, él tiene hijas estudiando en buenos colegios. Trabajamos en esto para que nuestros hijos no tengan que hacer lo mismo que nosotros (...) Esta es nuestra fuente de trabajo. Que nos cobren un permiso, pero que no nos dejen sin trabajar", añade Alejandro, con 22 años como comerciante.
Propuesta
Una propuesta que plantean es que el municipio al menos pueda autorizarles un tramo de la calle Valparaíso o montar stands en la plaza María Luisa Bombal.
"El tema es que la alcaldesa nunca ha querido recibirnos y menos escucharnos", se queja otro de los comerciantes.