Sebastián Paredes Contreras
Aún en estado de schock se encontraba ayer el porteño Luis Quiroz de 37 años. Y es que un par de horas antes tuvo un violento despertar debido a un fuerte ruido que escuchó al interior de su vivienda ubicada en el cerro Bellavista y que terminaría convirtiéndose en una milagrosa escapada.
Porque el fuerte estruendo que interrumpió su sueño resultó ser nada menos que una bala que entró como si nada a su hogar y quedó incrustada en una de las paredes de su casa. "Eran como las tres de la mañana y me había acostado como diez minutos antes. Cuando me estoy quedando dormido siento un ruido muy fuerte, me despierto y veo que al lado mío hay algo metálico como una bala" señala Luis en conversación con el diario La Estrella de Valparaíso.
El hombre, ya despierto completamente, vio que sobre su cabeza había un orificio en donde segundos antes había quedado incrustada la bala que había caído a su lado.
"Afortunadamente me había acostado minutos antes, ya que si estoy de pie o sentado lo más probable es que la bala me llega quizás con qué consecuencias", relata Luis, quien vive junto a otras cuatro personas.
"Fue muy peligroso porque también hay oportunidades en las que mi hijo se acuesta en mi cama y también pienso que le pudo haber llegado a él", agrega el afectado, quien confiesa que días antes se habían sentido balazos en el sector y que durante la misma noche del sábado se sintieron, como a eso de las 23.00 horas, nuevos disparos.
"Mi casa es de adobe con latas en el medio lo que claramente no fue impedimento para que la bala pasara derecho hasta mi cabecera. La bala ni siquiera se desintegró, ni nada por el estilo, quedó casi intacta", relata el afectado, quien hace ya varios días teme por la seguridad de él y su entorno.
"Hace días se sienten balazos. Anoche (sábado) pensé que eran fuegos artificiales, pero eran disparos y la verdad es que nunca pensé que podía pasar algo así. Esta bala pudo haber matado a cualquiera", sentenció el hombre.
Tras el incidente Quiroz se contactó con personal de carabineros que a eso de las 05.00 horas del domingo llegaron a su hogar. El hombre de 37 años hizo la denuncia correspondiente y en su poder aún tiene la bala que pudo haberle costado al vida.
"Pienso ir a la Policía de Investigaciones para ver la posibilidad de que se haga un patrullaje por el sector, porque como dije antes, esto no es primera vez que pasa", finalizó.