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Utilero festejó por partida doble con los canteranos

Mauricio Ceda subió al primer plantel el 2015 y le ha tocado vivir Sudamericana y ahora Copa Chile.
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Erika Rojas Salazar

Llegó al club en el 2009 y estuvo junto a todas las categorías cadetes como utilero. Vivió dos finales fallidas junto a la Sub-19 y en la tercera ocasión pudo alzar los brazos con una generación cuyos nombres siguen vigentes: Gabriel Castellón, Kevin Valenzuela, Roberto Saldías y Matías Fernández. Antes estuvieron Piero Gárate, Ronnie Fernández, Héctor Núñez y el propio coordinador de equipo Diego Cisternas. Es por eso que este título de Copa Chile lo siente suyo y lo festejó como tal.

Mauricio Ceda Tepper lleva 2 años en el plantel de honor y con Marcelo Cortez son los utileros de Santiago Wanderers, los mismos mencionados como ejemplo de wanderinidad por Nicolás Córdova, fieles reflejos del porteño esforzado que ama su equipo.

"Lo vivido el sábado fue algo muy hermoso que va a quedar en mi mente toda la vida. Es mi primer título con el plantel, pero tuve la suerte de ser parte del plantel que disputó la Copa Sudamericana y viajé a Paraguay (...) pero ahora fue maravilloso, algo que uno sueña... Ahora nos queda permanecer en la categoría y así sería un gran año y ojalá el próximo dar la sorpresa en la Copa Libertadores y por supuesto en el campeonato Nacional", confesó Ceda, quien llegó a Wanderers por intermedio de su padrastro Héctor Vega, más conocido como "Veguita", ex utilero caturro.

Se dividen el trabajo

Mauricio y Marcelo se dividen las salidas del plantel. Este año Mauricio se hizo cargo de la utilería en los viajes más largos, pero para esta final viajaron ambos. Su trabajo es envidiado por los hinchas, pues están en directo contacto con los jugadores, sin embargo ellos deben estar tres horas antes en el estadio, mismo tiempo de anticipación para los entrenamientos de Mantagua.

"Es sacrificado por la familia, pero mi señora e hijos entienden. Finalmente somos uno más en el plantel, pues cumplimos los mismos regimenes de concentración y comidas", sostiene Mauricio.

De cábalas, música o detalles del camarín no puede hablar, pero comenta que todos son muy simpáticos y son casi una familia. "Este año creo que la única anécdota fue el partido contra Audax, donde ambos íbamos a salir de verde y hubo que ir a Mantagua a buscar las camisetas blancas de recambio (...) hubo retraso, pero son cosas que pueden pasar", señaló el utilero domiciliado en el cerro Larraín.

erika.rojas@estrellavalpo.cl

Estafó a más de 40 hinchas con bus trucho

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Entre feliz por la gran victoria del Wanderers y deprimido por haber sido estafado, se encuentra el porteño Eduardo Poblete. Una sema na antes del encuentro, había contactado los servicios de un "bus azul", a cargo de un tal Sebastián Retamal, que le cobró 18 mil pesos de ida y vuelta.

La única exigencia del supuesto estafador, era que cada pasajero le adelantara 10 mil pesos. Y como en el círculo cercano de Poblete habían cuatro personas, éste hizo un depósito previo por cuarenta mil.

Durante esa semana poblete conversó con Retamal. Parecía estar todo bien, hasta que le pidió fotografías del bus. En eso comenzó la incertidumbre, que aumentó cuando Retamal aseguró que no tenía Facebook para contactarse con sus usuarios.

Lo que hizo Eduardo Poblete, ante esas dudas, fue pedir su dinero de vuelta, a lo que Retamal no opuso resistencia.

Confiada, la víctima creyó que todo era legítimo. Que"cómo me va a devolver la plata y yo pensando que hay algo trucho, así que volví a depositar, eso sí, en una cuenta distinta a la inicial", aseguró Poblete.

Llegó el viernes y el estafador, dijo estar ocupado en "modo Wanderers". Ese fue el último momento en que se mostró como conectado en su teléfono.

Más de cuarenta personas habían hecho trato con Retamal, entre los que estaba el tío de Poblete, con una inversión de 130 mil pesos.

Muchas de las víctimas quedaron fuera de la victoria. Eduardo Poblete, en cambio, prefirió pagar 60 mil pesos más, para olvidarse por un momento, y con el triunfo, del mal rato.