Coche fúnebre del siglo XIX tirado por un caballo 'vuelve del pasado'
Municipio de Casablanca ofrece gratuitamente servicio de carroza "de la vieja escuela" para trasladarar a fallecidos. La iniciativa ha cosechado aplausos.
Parece un vehículo sacado desde una máquina del tiempo, pero no es así. Sus ruedas hidráulicas, el traqueteo del caballo y la reluciente carrocería negra, contrastan con las tenues tonalidades del resto de la ciudad. Casablanca cuenta con una inédita carroza fúnebre tirada por un caballo, que es ofrecida de manera gratuita.
De fabricación polaca, está hecha a semejanza de un clásico coche como losque se usaban en Chile para pompas fúnebres a finales del siglo XIX.
La finalidad detrás de esta compra del municipio reside en el hecho de que "hay ciertas tradiciones que se mantienen en Casablanca, los amigos y familiares siguen recorriendo a pie detrás de la sepultura. Detrás del coche fúnebre va la familia caminando hacia el cementerio municipal, es una tradición", explica Alfonso Barros, el administrador municipal de Casablanca.
Así, comenzaron a hacerse los esfuerzos para adquirir un coche funerario, para responder a la activa tradición de los casablanquinos en el cementerio de la comuna. La opción de restaurar uno antiguo fue descartada porque resultaría mucho más caro. "Restaurar un carro, habría costado casi el doble", comenta Alfonso.
La opción más práctica era mandar a fabricar una réplica de los coches antiguos, pero con mejoras tecnológicas actuales.
Tradicional
El resultado final es para aplaudir. Se ve como una auténtica carroza del siglo XIX, pero cuenta con freno de discos, es más liviana, tiene además freno de estacionamiento y la cúpula está cerrada con vidrio.
"El cementerio de Casablanca es un cementerio súper vivo, donde la gente se preocupa de llevar flores, de tener pintado, de rezar en los cementerios", explica Alfonso respecto del éxito del nuevo servicio de carroza.
Otro aspecto que destaca el funcionario municipal, es el fácil acceso a este servicio. A la hora de hacer el trámite para sepultar a un ser querido en el cementerio municipal, se consulta si se quiere optar, de manera totalmente gratuita, al coche fúnebre.
Si se acepta, se transporta el ataúd desde la parroquia donde se desarrolle el velatorio, de cualquier religión, y se hace el recorrido hasta el camposanto casablanquino.
Cuando pasa el imponente carruaje oscuro, los vehículos se detienen sagradamente para dar paso a la caravana de luto. La postal es de tanto respeto que, además de la emotividad, muchos aplauden.
El servicio comenzó a regir desde el 1 de noviembre de este año, y ya se han realizado tres viajes al cementerio.
"Nos han pasado cosas muy divertidas. Hay gente que ha venido a preguntar si ellos pueden dejar su intención escrita ahora antes de su fallecimiento, por si algunos familiares lo dudan", comenta Alfonso y agrega:
"La comunidad da un agradecimiento público al vecino que murió, es importante ese detalle porque no siempre hay tiempo para esto. Hoy día, le estamos dando el tiempo, la importancia y un reconocimiento público que hace la comunidad de Casablanca a la persona fallecido por su tiempo y trabajo en la comuna".
Augusto
La estrella del carruaje es Augusto, el joven y fibroso caballo que arrastra al carro, un frisón de 13 años de edad, pelaje negro y alta musculatura que se remarca en sus piernas y lomo.
Para tranquilidad de los grupos animalistas, Alfonso Barros aclara que están todas las condiciones para no dañar al equino. Por ejemplo, desde las diez parroquias registradas en la comuna, la que queda más lejos del cementerio está sólo a tres kilómetros en línea recta, en un camino llano que no sobrexige al frisón.
A propósito de lo mismo, Alfonso explica que "Es un coche que está diseñado para un caballo. Los aperos son de cuero, están bien hechos a la medida del caballo, el coche tiene todas las medidas de seguridad para que el animal no tenga ninguna posibilidad de herirse. Además el caballo va al paso, ni siquiera transpira en el camino".
Asimismo, el cochero que acompaña a Augusto en todos y cada uno de los viajes es un casablanquino de 25 años que es técnico en veterinaria, por lo tanto está atento del estado del frisón en cada uno de los viajes.