En este mes, que celebramos la vida e imagen de la Virgen María, es importante que entendamos el motivo por el cual el mundo cristiano hace esta devoción y la imagen que queremos profundizar sobre la madre de Jesús.

No es una coincidencia que en Chile se celebre -a diferencia de otros países- en el mes de noviembre. Las flores brotan y aparecen cada vez más en este mes, y es esa la idea de esta celebración. Adornar a la Virgen con flores y hacerle saber al mundo que su imagen es venerada por quienes creemos y confiamos en su misericordia.

María fue una mujer y madre con una dedicación que cualquier persona envidiaría, y encuentro algo sensato y honesto rendirle un homenaje no solo a lo que María ha inspirado durante tantos años, sino en lo que nosotros queremos copiar de ella y expresarlo en nuestra sociedad actual.

La imagen de la Virgen es la que cada una de las mujeres, madres, hermanas o amigas deberían seguir. Una imagen humilde, caritativa, amable y respetable, y que llame al resto a también tenerla como modelo a seguir. Y es el mes de noviembre en el que nosotros, como chilenos y cristianos, le rendimos un profundo homenaje a quien nos ha mostrado que el rol de madre y mujer es algo que se lleva adelante con amor e incondicionalidad por sobre todo. Hagámoslo con orgullo.

Ignacio Sánchez Ossa.