Manuel Gómez Poblete

Nunca hemos sido partidarios de un ejercicio quizás fácil en el periodismo deportivo, como lo es el "hacer leña del árbol caído". Pero también resulta imposible abstraerse de los errores -bastante groseros y muy evidentes- en los que ha incurrido el golero titular de Everton, Eduardo Lobos, cada vez que enfrenta a Colo Colo.

Y es que si bien, con el 2-1 parcial marcado ayer por los albos en el minuto 66 de compromiso (balazo de Jaime Valdés, que no supo de respuestas por parte del meta viñamarino) no se cerró el partido, quedó la sensación que tras aquel tanto, Everton ya no lo ganaba. Un remate violento de "Pajarito" y la nula reacción de un meta que fue despedido con pifias -e insultos- por la parcialidad Oro y Cielo, la cual, tampoco congenia con la actitud muchas veces despectiva e incluso arrogante con la que el meta formado en el Cacique, se relaciona con los barristas locales e incluso con la prensa regional... a la cual, ignora. De hecho, y cuando buena parte del plantel viñamarino aún masticaba la derrota en el vestuario local... el meta ya se retiraba del recinto junto a su familia, sin mirar a nadie.

Historia repetida

Al margen de lo acontecido con el golero Lobos (que ya había recibido cuatro goles ante los albos en el Apertura 2016-2017 y en la final de la Copa Chile 2016 y otros tres en el Clausura pasado), lo de ayer en el Sausalito... tuvo una gran similitud con lo acontecido el 7 de mayo pasado y en donde los dirigidos por Pablo Guede -con tanto del "Canchita" González- ya se habían impuesto en Sausalito, también por 3 a 2.

Un golpe duro para los viñamarinos, los cuales, con un elenco, se supone, más afiatado que el anterior, querían tomarse una suerte de "revancha" ante los albos y, de paso, quedar en una inmejorable posición de cara a las dos fechas finales del Transición 2017.

Fue quizás por ello que el tanto del Pato Rubio a los 4', gatilló el jubilo entre los hinchas viñamarinos, los cuales, en esos pasajes... eran los líderes del torneo. El gol de Rubio, sin embargo, le hizo quizás mal a un Everton que se replegó en demasía, cediéndole terreno a un Colo Colo que de la mano del "Mago" Valdivia, justificó plenamente el tanto del empate, el cual llegó a través de un zurdazo al ángulo de Julio Barroso en donde Lobos... no tuvo nada que hacer (18').

Tras el empate parcial, el pleito volvió a ser parejo y de mucha intensidad, pero de pocas oportunidades claras de gol. Un manotazo de Lobos (tras mediavuelta de Opazo) fue quizás, lo más llamativo en el epílogo de la primera mitad.

DE MENOS A Más

La etapa de complemento, fue de menos a mal en cuanto a intensidad y emociones. De hecho, no había pasado mucho hasta el ya comentado "Condoro" de Lobos a los 66' (gol de Valdés), lo que obligó a Everton a redoblar sus esfuerzos para lograr la paridad. Con Juan Ezequiel Cuevas como generador del fútbol (el argentino-mexicano, jamás pudo desbordar), los de "Vitamina" lograron el empate gracias a un impecable testazo de Raúl Becerra, que hizo 30 minutos a un gran nivel. No obstante, cuando ya las piernas flaqueaban -y el 2 a 2 en cancha asomaba como lo más justo- vino el segundo de inspiración del uruguayo Octavio Rivero, quien, tras centro de Orellana, superó con un derechazo bajo y cruzado a Lobos, dejando a Colo Colo muy cerca del título y a Everton... pensando ahora en los cupos internacionales.

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