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En Viña del Mar se puede tomar un café y ayudar a la Fundación Emilia

Vicepresidente de la entidad, Benjamín Silva, creó la receta para restorán La Magnolia de 3 Norte.
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Claudia Carvajal R.

Carolina Figueroa y Benjamín Silva, los creadores de la Fundación Emilia, son clientes frecuentes de la cafetería La Magnolia, que acaba de cumplir dos años en 3 Norte 350, en Viña del Mar. Tanta es la confianza con su dueña, Priscilla Edmunds, que Benjamín creó su propia preparación, que lleva su nombre y a partir del 1° de diciembre formará parte de la nueva carta del local.

Pero no sólo eso. Como una forma de ayudar a visibilizar la Fundación, muchos no saben que es viñamarina, la mitad del valor de este café (que cuesta $3.400) será donado a la organización que brinda ayuda a las víctimas de accidentes de tránsito tipificados en la Ley Emilia.

Priscilla Edmunds cuenta que la receta se llama "Café de Benjamín" y lleva pasta de avellanas, Frangélico (licor de avellanas), café, leche y espuma de leche. "Ahora ya se vende, pero desde el 1° de diciembre va a estar en la carta y tendrá el logo de la Fundación Emilia. El 50 por ciento de la venta de ese café será donado a la Fundación".

La dueña de La Magnolia contó que tiene una relación de amistad con Benjamín y Carolina, quienes viven muy cerca de su restorán. "A la Fundación le faltaba visibilidad, no en los medios, sino que en la calle, entre la gente normal. Nosotros estamos en un sector súper residencial...así, cada vez que los clientes abran la carta, aunque no tomen el 'Café de Benjamín' van a saber de la existencia de la Fundación".

Actualmente la Fundación Emilia está en plena campaña para recaudar fondos. La idea es reunir 5 mil socios que donen $5 mil al año (también pueden entregar $10 mil ó $15 mil).

Benjamín Silva comentó que su café fue creado con ingredientes que se le ocurrieron a él. "Fue una creación colectiva, me gusta así (con un poco de licor) Evidentemente cuando tomo uno después no manejo".

Silva además destacó que "con esto del café queremos generar noticia y así difundir que queremos que la Fundación se sostenga económicamente con estos 5 mil socios".

Malabarista sub 50 la lleva con sus burbujas en los semáforos de la zona

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En poco más de 30 segundos, ninguna de las tres esferas plásticas conocidas como 'burbujas' de colores amarillo, verde y rojo, tocaron suelo. Quien hace malabarismo al semáforo en un alto es una dama. Pero no de esas jovencitas que cautivan a la acrobáticas gracias en calles y avenidas de Viña del Mar o Valpo.

"Guillermo, ¿eres periodista, cierto? No me gusta hablar, pero...". Cuenta, sin vanidad, que tiene 50 años. De cerro Yungay, Carmen Gloria, así, a secas se llama, acota que lleva un año y medio en esto. Que por jornada es complicado llegar a las 20 lucas. No se considera malabarista: cree que ese talento le es propio a quienes la llevan al oficio. Gracias a su hijo, Ricardo, de 15 años, la ex emprendedora de jardinería y hostales se animó. Un día, Ricardo pescó sus banderas para jugar delante de un semáforo. Ella, que lo acompañaba, le dio la mano al malabarismo: "Chuta, ¡cómo lo voy a dejar solo!", se dijo Carmen Gloria al ánimo.

Vienen los autos en av. San Martín. Carmen Gloria corre a la luz roja. Realiza su acto hasta volver a la esquina. Ya en tono melancólico a la pausa, revela que su hijo Ricardo sufre de autismo: "Y no de autismo profundo como dijeron en su colegio...". Dice que su hijo estudiaba como cualquier niño, pero que la Corporación Municipal de Valparaíso y el Estado Chileno violentó a Ricardo y lo echó del colegio: lo dejó sin matrícula. "Quedamos a la deriva. Tratamos de integrarlo a algún colegio durante dos años, pero no lo volvieron a matricular en ningún colegio normal...".

Con pena, desliza que los dejaron solos y botados. De allí que se animaron a viajar. Por Sudamérica y a Ecuador donde vive su otra hija. Esa experiencia mundana, agrega, les nutrió al arte callejero. "Trabajo cuando lo necesito. Tres horas, después me canso. Se me caen las burbujas". Para Carmen Gloria, el juego no es sólo para niños, también cosa de adultos. "Uno se vuelve niño. Eso hago, eso quiero transmitir: ¡el juego hace feliz a todos!".

Ocho mil hogares porteños sin luz por una falla en la red de Chilquinta

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Ocho mil hogares se vieron afectados por un corte de luz ocurrido ayer en los cerros Playa Ancha, Cordillera y Alegre, que comenzó a las 09.30 horas en algunos sectores.

Los clientes reportaron intermitencia del suministro, problemas que se preveía iban a quedar superados a las 19.30 horas de ayer.

José Morales, gerente de Ingeniería y Operación de Chilquinta, informó que el corte se debió a una falla en la red distribuidora, la que fue difícil de pesquisar por los técnicos.

Una vez ocurrido el desperfecto, Morales detalló que se realizaron maniobras de respaldo "para recuperar la mayor cantidad de clientes y finalmente pudimos dejar aislada la zona de falla que en este minuto (18 horas) afecta a poco más de 600 clientes".

El gerente reconoció que la reparación del desperfecto tomó más tiempo de lo planificado originalmente -en la cuenta de Twitter @Chilquinta600 dijeron que sería a las 16.30 horas- debido a que no se podía dar con el origen.

Morales se disculpó con los clientes de Chilquinta y aseguró que "nuestros técnicos han estado trabajando desde el momento que tomamos conocimiento de la falla, para primero aislar los sectores que se vieron afectados y luego proceder a la reparación".

Durante la jornada fueron muchos los clientes que se comunicaron con la municipalidad de Valparaíso para informar sobre los cortes de luz, problema que incluso fue abordado por el alcalde Jorge Sharp en su cuenta de Twitter, donde escribió lo siguiente: "Atención vecinos/vecinas Valparaíso. Se están produciendo constantes cortes de luz en varios lugares de Valparaíso. Estamos en contacto con @Chilquinta para solicitar información sobre causas y duración".