Cronistas: por el rescate de la literatura nacional
Hace unas semanas terminó el rodaje de la segunda temporada de esta miniserie, donde su protagonista tiene el don de ver a los muertos.
Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso
Eloisa es una joven estudiante de literatura que, un tanto aproblemada por su trabajo de tesis, corre acelerada desde una playa hasta alguno de los cerros de Valparaíso, encontrando en su camino a escritores invisibles a los ojos del mundo, porque sencillamente ya están muertos.
Ese es más o menos el recorrido que se trabaja en la primera temporada de Cronistas. Miniserie cuyo foco es dar a conocer el trabajo de escritores que, si bien en el mundo de la literatura son conocidos, no son lo suficientemente valorados por el público.
La idea fue de la cineasta Lucía Pérez y de Jéssica Bruna, quienes quisieron gestar un proyecto, cuenta Pérez, "contra la idea de que sólo se puede hablar de libros desde el género documental o lo académico".
Cronistas surge desde distintos lugares. Su directora mira su gestación, como "casi que se alinearan los planetas por decirlo de alguna forma". La pregunta que se hacía, era cómo gestar un proyecto audivisual, que sirva para encantar a los espectadores con el mundo literario de autores como Carlos Pezoa Véliz, Rubén Darío, o Alfredo Gómez Morel, entre otros nombres.
"Por una parte, yo traía hacía rato la idea de poder encontrarme con los escritores que habían estado en el mismo lugar que uno habita; por otra, Cristóbal Gaete, con quien trabajábamos el sitio de los oficios del Mercado Cardonal, ejecutaba su proyecto de los cuadernillos de Carlos Pezoa Véliz y para mi sorpresa, en una de sus presentaciones, veo al mismo Pezoa Véliz, encarnado por Javier Ramírez, habitando la biblioteca Severín", sostiene Lucía Pérez.
Eso la motiva a sostener que la ficción es un lenguaje más para transmitir el conocimiento. Un aporte a la diversidad de los contenidos televisivos en torno a la lectura.
Hace unos días, el equipo de Lucía y Jéssica, compuesto por casi otras cuarenta personas más entre actores, trabajadores y extras, terminó el rodaje de la segunda temporada. Esta vez y a diferencia de la primera temporada, la cámara se movió entre Valparaíso, Santiago y Concepción.
La idea para esta nueva edición de cronistas, construida en base a tres capítulos de cincuenta minutos, es un tanto similar a la anterior. Aquí se cruzarán los mundos de Eloisa, la primera protagonista, y Manuel, encarnado por Daniel Álvarez, un fotógrafo haciendo sus primeros trabajos en una revista que gira en torno a escritores.
Escritores muertos
A juicio de Lucía Pérez, "la premisa de ver muertos es tan vieja como el hilo negro y nos conecta con la cosmovisión de los pueblos originarios, para quienes los muertos siguen la vida tal cual pero en otro plano cósmico, y el tratamiento audiovisual sigue los pasos del cine del maestro Raúl Ruiz, donde los muertos lucen igual a los vivos, no hay efectos especiales ni exceso de sangre".
Adentrándonos en cronistas, se presenta un mundo donde existen 3 tipos de personas: quienes pueden ver a los escritores ya muertos, a sus personajes de los libros y los reconocen y viven con ellos; quienes pueden verlos pero lo niegan, porque temen ser tachados de locos; y quienes simplemente no ven nada.
Es una alegoría a lo que puede provocar la lectura, a cómo nos involucramos con otros mundos y otros personajes cuando leemos.