Sebastian Mejías - La Estrella de Valparaíso
Cumplimiento de la normativa educacional vigente, resguardo de los derechos de la comunidad educativa, y el adecuado uso de los fondos públicos en el ejercicio de las dos funciones anteriores: en resumen, esas son las principales labores que tiene la Superintendencia de Educación, desde que fuera fundada en 2011.
"Necesitamos cumplir la normativa porque debemos garantizar la integridad física y sicológica de los estudiantes. También, porque debemos asegurar un proceso educativo de calidad para los estudiantes y acceso equitativo. Todo eso te da un foco distinto en la manera en que tu te aproximas al sistema escolar", sostiene el superintendente regional, Pablo Mecklenburg.
Uno de los temas que mayor desafío le impone la sociedad a la Superintendencia de Educación, es el de la violencia escolar. En comparación al 2016, ésta creció prácticamente un 7% entre los distintos tipos de establecimientos que hay en la comuna.
De entre las más de 1400 denuncias realizadas a la Superintendencia, un 40% están enmarcadas en el ámbito de la violencia escolar. De profesores hacia los alumnos o viceversa y entre los mismos estudiantes- todas las combinaciones posibles- las agresiones dentro del perímetro de la escuela son difíciles de controlar, sea cual sea el Gobierno de turno, eso demuestran las estadísticas.
Si el año pasado se registraron 1012 casos de violencia escolar, hasta septiembre de este 2017, la cifra se incrementó hasta las 1088 denuncias. El total de éstas se refieren a dos líneas principales, por una parte, la convivencia escolar y, por otro, el maltrato entre pares.
Cómo se supera
Abraham Magendzo, Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2017, dijo en alguna parte de su trabajo que no puede haber buena calidad educativa, si es que el clima de convivencia en el aula no mejoraba.
Ante tan inmenso desafío, el objetivo del superintendente Mecklenburg es la instalación de una estrategia de habilidades para resolver conflictos dentro del establecimiento. "Estuvimos con el premio nacional de educación y con una serie de expertos de comunidades educativas que lo hacen bien, para rescatar sus experiencias y ponerlas a disposición del resto", asegura.
Un ejemplo puntual de las transformaciones que se llevaron a cabo luego de la reforma educacional del actual Gobierno, pasa por mediar ante cualquier conflicto. Lo que había antes era la sanción del establecimiento pero, como el problema quedaba sin solución, la idea ahora es llamar a las partes a sesiones de mediación voluntaria.
Según las cifras que manejan desde la Superintendencia de Educación en la V Región, el 80% de los casos en los que se media, termina con algún tipo de reparación y, por ende, con la solución del conflicto. "Lo que pasa ahí es que la comunidad educativa se sana de ese conflicto, aunque eso no significa que no pueda surgir otro, pero sí ese conflicto se sana", recalca Mecklenburg.
Transformación
Cuenta el superintendente que cuando él iba al colegio, "si el profesor te pegaba un coscorrón y llegabas a la casa, tu mamá te decía algo habrás hecho así que te lo mereces. Hoy día esa misma escena termina con esa madre reclamando en el establecimiento y si éste no da una respuesta satisfactoria, la mamá termina denunciando".
La explicación que tiene para este cambio en la sociedad, es que hoy día los padres no aceptan conductas que, antes, se explicaban desde su naturalización. A su juicio, como país, "dimos un paso adelante en la línea correcta, porque las agresiones de cualquier naturaleza son inaceptables".