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Proyecto busca que mujeres recuperadas de cáncer sean mamás

Históricamente discriminadas, no tienen la posibilidad de preservar sus óvulos o tejidos. Si hay acuerdo, 150 parejas serán beneficiadas en forma gratuita.
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Sebastián Mejías - La Estrella de Valparaíso

Las posibidades de ser mamá para una mujer con cáncer en nuestro país son complicadas. En este momento, no existen tratamientos en el servicio público orientados a la preservación de la fertilidad en pacientes que se terminan recuperando de las agresivas operaciones que hay detrás de tan dura enfermedad.

El hombre en cambio lo tiene todo, al menos desde el Auge, para poder congelar su material genético, criopreservar es la palabra adecuada, y que así éste sea utilizado en los tratamientos de inseminación posteriores. Para ellas en cambio, la realidad se presenta compleja por diversas razones, asegura el co-director del Centro de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso, Aníbal Scarella. Una de ellas es que es más difícil acceder a los gametos y porque además los tratamientos son un poco más costosos y nuevos.

Cuando la dirección del Centro de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso tomó conciencia de los avances que había logrado su clínica desde 2009, con la incorporación de la inseminación intrauterina y más adelante de la inseminación artificial -en la cual son pioneros en nuestro país- se decidieron por diversificar sus acciones y contribuir a que las mujeres recuperadas de cáncer no se queden con las ganas de ser madres.

"Una de cada 250 personas en chile es sobreviviente de un cáncer, es muy frecuente, y de eso el 10% son menores de cuarenta años, es decir, hay un porcentaje de la población relativamente alto que está expuesto a este problema. Y el efecto secundario de los tratamientos, es que se destruyen las células germinales o los gametos de la mujer", sostiene Scarella.

¿Qué proponen entonces desde el Centro de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso? Distintas herramientas y estrategias que permitan, antes de que actúe la quimioterapia, preservar los óvulos o tejidos ováricos de la mujer, para que una vez que se haya sanado, pueda tener la posibilidad de ser madre.

"Siempre fue un doble sufrimiento para ellas, vivir con el estigma de recuperarse de un cáncer y haber perdido la posibilidad de tener hijos", recalca este ginecólogo.

Proyecto piloto

Cuando Manuel Millones, quien recientemente fue reelecto como consejero regional, presentó este tema al conjunto del Core, recibió un apoyo prácticamente transversal, principalmente, por lo sensible del tema. Lo que queda en los próximos días es exponer los argumentos, por parte del doctor Aníbal Scarella y, con ello, aprobar el financiamiento de un proyecto piloto que beneficiará a cerca de 150 mujeres.

Los demás recursos de tipo humano, correrán por cuenta del Hospital Carlos van Buren, así como del Centro de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso. Esa es la razón por la que el tratamiento de congelación de óvulos o tejido ovárico costará casi un millón y medio de pesos por paciente los que, en caso de que el proyecto resulte, no pagarán nada.

"Con este plan piloto queremos decir que sí se puede resolver un drama para muchas mujeres en nuestro país. Estos tratamientos no están reconocidos ni por Fonasa ni por las isapres, así que la mujer está discriminada a irse a centros privados para pagar los cuatro millones de pesos que ahí cobran", dice Millones.

Con este trabajo realizado en conjunto con el hospital Van Buren, asegura el consejero, como sociedad se podrá avanzar hacia un protocolo de acción en estos casos, ya que "en a muchas mujeres en edad fértil, antes de partir la quimioterapia, no se les informa sobre los efectos negativos que tendrá el tratamiento en su fertilidad".

Aunque sin duda la gran proyección que ve Millones en el desarrollo de este piloto es que el problema asuma un carácter de Estado, exigiendo el apoyo del gobierno nacional, sea quien sea el presidente que asuma el próximo mes de marzo.

Scarella si bien reconoce que en medicina no existe la efectividad del 100%, enfatiza que estos tratamientos tienen resultados positivos en las mujeres post cáncer, por dos motivos: se recupera la actividad hormonal -muchas jóvenes de quince años terminan siendo menopáusicas- y en caso de reinserción de tejido ovárico, la mujer llegará a ser madre por la vía natural.