Un buzo mariscador falleció ayer ahogado en el mar frente a la casa central de la Universidad Santa María.

El capitán de fragata Sigfrido Ramírez, capitán de Puerto de Valparaíso, señaló que pasadas las 9.30 horas el teléfono de emergencia 137 de la Armada, fue alertado sobre un hombre flotando a metros de los roqueríos.

Acudieron efectivos navales y el Cuerpo de Rescate del Bote Salvavidas. Constataron que se trataba de un buzo mariscador, que en el lugar del siniestro fue reanimado, maniobras de resucitación que continuó el Samu Litoral cuando fue desembarcado en el muelle Barón. Desafortunadamente a las 10.43 minutos se declaró el deceso de la persona de 38 años. "Estaba realizando labores de buceo en apnea para las que no había solicitado autorización", precisó la autoridad marítima. El fiscal de turno dispuso que la Brigada de Homicidios y Lacrim efectuaran los peritajes al cuerpo. Todo apunta a una asfixia por inmersión. Familiares del fallecido indicaron a los investigadores que el buzo sufría de epilepsia, por lo que se baraja la hipótesis de un ataque mientras estaba sumergido. La autopsia en el Servicio Médico legal aclarará la causa de muerte.

Mientras la mayoría de las familias celebraba Navidad, delincuentes aprovecharon el fin de semana largo para un millonario delito en Valparaíso.

El robo tuvo como escenario la automotora Hernández Motores en Chacabuco esquina Rodríguez. Desconocidos fracturaron la reja de uno de los accesos por calle Chacabuco. "Una hipótesis que se investiga es que mediante un vehículo motorizado habrían forzado la reja de ingreso y malla de protección, y después entraron a pie al local", comentó el capitán Cristián Becerra de Labocar. Registraron las oficinas administrativas en el segundo piso donde forzaron dos cajas fuertes. De una sustrajeron 25 millones de pesos en dinero en efectivo y documentos valorados. Además ocasionaron 10 millones de pesos en daños. No robaron los vehículos estacionados en la sala de ventas. En el exterior del recinto se apreciaban cables cortados, que según testigos fueron intervenidos el fin de semana por tipos que portaban chalecos reflectantes y una escalera. La intención fue inutilizar la alarma y el sistema de vigilancia interno de las cámaras de seguridad, que no habrían captado el ilícito. Al sitio del suceso también acudió personal de la SIP de la Segunda Comisaría Central, los que trasladaron al cuartel a trabajadores para que prestaran declaración en calidad de testigos. "La idea es reunir la mayor cantidad de antecedentes para identificar a los autores del hecho", sostuvo el capitán Cristián Becerra.

Fabián San Martín D.

Una amarga Navidad tuvo una familia porteña luego que el menor de sus integrantes resultara gravemente herido.

Luis Poblete reside junto a su esposa Tamara y tres hijos en la parte alta de cerro Barón. Recuerda que pasado el mediodía del sábado 23, salió de su hogar junto a dos de sus niños para dirigirse al plan a comprar los últimos regalos. Llegaron a avenida Rodelillo para abordar locomoción colectiva y se toparon con una riña. Eran cuatro mujeres y dos hombres que seguían a un solitario sujeto para agredirlo. "Cuando el compadre llegó a nuestro lado una de ellas le arrojó un palo de aproximadamente 3x2 que rebotó en el piso y le dio a mi hijo en la frente". El lesionado fue Amaro Benjamín de 4 años. Al ver la magnitud de la herida lo trasladaron en el vehículo de un vecino a la posta infantil del Carlos Van Buren. Pensaron que sería una herida cortante simple, pero cuando lo suturaban se descubrió que la situación era más compleja. Un scanner reveló un TEC y fractura de cráneo, por lo que horas mas tarde fue intervenido quirúrgicamente. Luis y su esposa encargaron sus otros dos hijos a familiares y pasaron Navidad junto a Amaro en el hospital, donde se recupera de forma satisfactoria. "Está bien de ánimo, se acuerda de lo que pasó. Esperemos no quede con alguna secuela. Hubiera sido un poco más abajo el golpe y pierde un ojo", señala Tamara. Hoy o mañana el pequeño sería dado dado de alta. Lo aguardan para que abra los regalos junto a sus hermanos. La responsable de lanzar el madero está inubicable. "Quizás no fue su intención pero no ha dado la cara para siquiera ofrecer disculpas. Mala su actitud y ya hicimos la denuncia. Que se haga responsable y nos indemnice por todos los gastos ocasionados. Que esto no vuelva a ocurrirle a alguien más", afirmaron los atribulados progenitores.