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Conozca los videojuegos hechos en pleno centro de Viña del Mar

"Cangrejo Ideas" se llama el estudio que trabaja en el desconocido rubro del desarrollo de juegos casuales. A pesar de su breve existencia, ya han vendido proyectos a empresas internacionales e incluso la cadena Cartoon Network.
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Matías Valenzuela

Robin corre campante y lanza sablazos a sus enemigos que explotan en un millón de pixeles al recibir el golpe, la puntuación sube y los combos se van multiplicando mientras la música ambiental dota de frenetismo la jornada. Tras unos minutos de juego me cambio al siguiente, las simpáticas criaturas de la serie del canal Boomerang "Grizzy and the Lemmings" son lanzadas con una resortera a unas cajas donde deben ser encestadas. Al rato me quedo pegado varios minutos en "Disc Duel" un juego de lanzamiento de discos con los personajes de The Amazing World of Gumball Game. Así, voy pasando por juegos de Tom y Jerry, Plaza Sésamo y otros similares.

¿La curiosidad? el extenso catálogo de juegos que reviso fue creado y desarrollado por los chicos de "Cangrejo Ideas", una de las primeras empresas de la región que se dedica al desconocido rubro de la creación de videojuegos.

Desde su oficina central, en plena calle Arlegui, los jóvenes responsables de la marca cuentan como nació la idea.

Mauricio Martis (33), oriundo de Quillota y Alejandro Aranguiz (30), de Valparaíso; se conocieron en la carrera de Ingeniería Civil Informática en la PUCV, y el año 2012 se la jugaron con su primera incursión.

"Oh my cat" se llamaba ese primer juego que se podía descargar en la App Store y que en cosa de semanas alcanzó las 25.000 descargas. Ese fue el puntapié inicial para lo que vendría después.

"En un momento nos dimos cuenta de que esto podía funcionar bien, por ahí por el año 2013. Se nos empezaron a presentar nuevos proyectos, específicamente con una empresa de Holanda, y empezamos a crecer un poco. Dejamos de ser nosotros dos, empezamos a contratar más personas", recapitula Mauricio Martis, y su socio, Alejandro, lo complementa:

"Ha sido bastante gradual todo. Estamos en la postura de ampliar y diversificar lo que más se pueda nuestra cartera de clientes. Obviamente hay clientes más reconocidas, que son buenos clientes, hay proyectos constantemente a lo largo de un año", comenta.

Consagrados

Al día de hoy, "Cangrejo Ideas" está compuesto por un nutrido equipo de trabajo que consta de catorce personas, incluyendo ingenieros comerciales, programadores, diseñadores gráficos, técnicos programadores, supervisores de proyectos y más.

El equipo trabaja en una colorida oficina adornada con adhesivos publicitarios de sus juegos. En la oficina central se ve una serie de computadores en fila, manejados por jóvenes barbones con poleras alusivas a la cultura geek.

A primera vista se aprecia un ambiente relajado y cargado a las bromas, pero eso no significa que no estén trabajando. La arcadia de Street Fighter emplazada en una esquina de la oficina permanece apagada mientras todos trabajan a todo motor. Puliendo mecánicas de juego, corrigiendo bugs o repasar las animaciones digitales son sólo algunas de las tareas por completar.

El modelo de negocios suele ser esencialmente el mismo. Los clientes de "Cangrejo Ideas" suelen ser empresas y compañías de gran renombre que buscan estudios para que desarrollen sus juegos. En el rubro se habla de "juegos casuales", que son aquellos juegos simples, rápidos y entretenidos que se pueden jugar en un celular, tablet o en el computador.

Entonces la empresa, por ejemplo Cartoon Network quiere potenciar la serie animada de Tom y Jerry, entonces abre la oferta para un grupo reducido de estudios. Los postulantes arman un proyecto, según las indicaciones de la cadena de televisión, y lo presenta. Una vez que hay luz verde, se pueden seguir dos caminos:

"En todo el proceso hay un cliente muy presente. Ese cliente puede tener una idea completamente clara, que simplemente quiere que la desarrollemos, o puede ser que tenga un concepto para que nosotros armemos algo con eso. Dependiendo de eso es el desarrollo del proyecto", explica Alejandro.

En el caso de los juegos basados en dibujos animados, el equipo de arte debe estudiar la serie, y sus personajes para que el juego tenga sentido con la trama y el universo que se quiere retratar.

Luego se empiezan a manejar en paralelo las partes artística, informáticas, musicales, y la creación en sí del juego. Sus etapas, personajes, modalidades, etcétera.

En un punto se ensamblan todas las partes, se prueba el juego y se corrigen irregularidades, para luego proceder con la parte comercial.

Alejandro recalca que todo este proceso es revisado hito a hito por los clientes.

"Está todo planificado. Hay todo un aparataje que involucra a muchas personas distintas", enfatiza.

Un trabajo serio

Conversando con algunos de los integrantes del equipo, estos nos comentan que cuando cuentan a qué se dedican, tienen que desmitificar varios prejuicios sobre su ocupación.

El primero de ellos, es aclarar que lo que ellos hacen es un trabajo serio como cualquier otro, que demanda tiempo, esfuerzo y dedicación, pues deben cumplir horarios, reglas y hacer el trabajo que les corresponde, como en cualquier otro rubro.

"Es muy distinto a lo que la gente cree. Generalmente creen que acá está lleno de consolas y que estamos jugando todo el día, pero en verdad es una pega entretenida, exigente y difícil. No cualquiera puede hacer esta pega, porque se necesita ser muy constante", comenta Ricardo Díaz, Director de Arte, y añade que en sus tiempos libres juegan Destiny 2 y Street Fighter, porque claro, naturalmente son amantes de los video juegos.

Lo mismo consigna el Jefe de Proyectos, Alonso Sandoval, apuntando que "Es una empresa como cualquier otra que demanda profesionalismo, seriedad, sacrificio, y cumplir con el trabajo".

Por su lado, Diego Álvarez, uno de los técnicos en programación cuenta que el nicho está muy poco explorado, por lo tanto las herramientas para desenvolverse como desarrollador de videojuegos son escasas en las mallas curriculares de las carreras informáticas. En su caso personal fue por iniciativa propia que adentró en el aprendizaje de este tipo de programas.

"Las exigencias son las mismas que en otro lugar, o sea tienes que hacer la pega sí o sí. Yo creo que una de las principales dificultades es que al ser una industria que no se ve tanto, uno no tiene tanta experiencia en esto. Lo que te enseñan en la Universidad no sirve tanto, muy poco de eso se aplica acá, uno va aprendiendo cuando empieza a trabajar en esto", comenta Diego.