Natividad Espinoza

Aún quedan tres semanas para el inicio oficial del verano, pero las altas temperaturas vienen hace rato anticipando su llegada. Si bien la estación tiene muchos puntos a favor, hay algunas dificultades que afectan, sobre todo, a quienes deben trabajar.

El sol y el calor suelen generar deshidratación, mayor cansancio y un estado de somnolencia. Por fortuna, esto se puede combatir por medio de la alimentación. La nutricionista de Punto de Nutrición, Daniela Gómez, recomendó un menú diario que nos mantendrá activas e hidratadas, además de ayudarnos a cuidar la línea.

Desayuno: para la primera comida del día (que es la principal), la experta sugirió empezar con un jugo hecho de un pepino (verdura) pelado, con un poco de estevia y jugo de limón. "Eso se pone en la juguera y te queda un jugo con una consistencia pulposa que ayuda a hidratarte súper bien en la mañana y es depurativo", explicó Gómez. Luego, quien invitó a comer dos panes de molde integral con jamón de pavo y beber un vaso de leche cultivada.

Colación: a media mañana aconsejó comer una porción de fruta. Lo ideal, dijo, sería "escoger una taza de frutillas o frambuesa, que son frutas de verano con bajo índice glicémico, pero altas en vitaminas y fibra".

Almuerzo: una porción de pescado, pollo o pavo del porte de la palma de la mano, acompañado de una tacita de quínoa, arroz integral u otro carbohidrato y verduras con harta consistencia para producir mayor saciedad. Lo mejor es optar por porotos verdes, brócoli, coliflor o alcachofa.

Colación: a media tarde la profesional sugirió comer un lácteo y, si es mucha el hambre, añadir media taza de avena o tres galletas de salvado.

Cena: se puede repetir el jugo de pepino de la mañana y comer un plato con una porción de pescado o mariscos, acompañada de hartas verduras.

Hidratación en el día

Gómez dijo que lo mejor es tomar agua fraccionadamente durante el día. Si se prefiere, se le pueden agregar hojas de menta o rodajas de limón. También se pueden tomar líquidos calientes como el mate, que ayudan a la termorregulación del cuerpo.

Para conciliar el sueño en noches de calor ayuda beber una taza de agua de manzanilla, que puede ir con una rodaja de limón.

Es mejor evitar

"Los líquidos altos en cafeína y alcohol no ayudan a la hidratación", por lo que de acuerdo a la nutricionista de la UNAB, Fernanda Briceño, conviene evitarlos.

Lo que también se aconseja es eludir las altas dosis de frutas de verano, puesto que muchas tienen mucha fructosa y/o alto índice glicémico. Es el caso de la sandía, el melón y las cerezas, entre otras.