Guillermo Ávila N.
Mientras mañana domingo el Terminal 2 del Puerto Valparaíso se vestirá de gala para recibir su primera nave de crucero del 2018, que traerá cerca de 1500 visitantes a la ciudad, entre pasajeros y tripulantes, y que se mantendrá en el puerto por 35 horas... a menos de dos horas de distancia, en San Antonio, desde hoy, las naves Norwegian Sun y Prinsendam clavaron bandera en el terminal del Puerto Central.
De vuelta a 'Pancho', la "Silver Muse", de 213 metros de eslora, es el crucero que adornará la costa porteña, cuyo recorrido proviene desde Arica con destino a Puerto Montt.
Para Cristian Calvetti, gerente de Asuntos Corporativos de Puerto Valparaíso, la llegada de más de mil visitantes para el fin de semana con este crucero, lo pone contento. "Da inicio a la segunda parte de la temporada y esperamos que sea un ciclo positivo, aún considerando la merma en el número de recaladas que recibirá Valparaíso este año", dijo.
"Antes acá se bajaban"
Ya con el anticipo de la visita de dicho crucero, en el Muelle Prat algunas voces comentaron el suceso. Daniel Leal, artesano, labora junto a su familia en un taller. Desde 1998 tiene su puesto en el puerto. Recuerda que en los primeros años, cuando aquí arribaban los cruceros la gente se bajaba, recorrían y compraban. "Pero como fue declarado Barrio Rojo (alude a Valparaíso), los turistas de los cruceros ya no se bajan en esta ciudad".
Leal argumenta: "Ahora, cuando vienen, los sacan (pasajeros) del costado de nave en un bus que los transportan al Terminal de Pasajeros, donde hacen sus trámites: o se van a Santiago o hacen tour cerrados o a la ruta de las viñas en Casablanca".
El comerciante acota: "Lo único que baja a veces es la tripulación, que en su mayoría son hindúes o filipinos, que te compran una que otra cosa". Pese a todo, Daniel Leal apela a un hecho: hay que recuperar los cruceros. "Hacer un terminal especial y exclusivo para ellos, como debió haber pasado. San Antonio está absorbiendo todo y ahora con el PGE, más aún".
Mauricio Carrieri, dirigente del gremio lanchero de los armadores en el Muelle Prat: "El problema que no estén los cruceros es por la empresa portuaria, TPS y los terminales que son particulares. Los cruceros cotizan donde les den más facilidades, cosa que acá en Valparaíso no ocurre: les cobran mucho. Nosotros perdemos. También la ciudad".
Ajena al tema, Ana Maturano, de Mendoza, Argentina, vino junto a su familia a pasar vacaciones. Al saber de la presencia del crucero este domingo, sentencia alegre: "Nos encantará verlo: una buena forma de distracción".
En tanto, Cristian Calvetti, gerente de Asuntos Corporativos de Puerto Valparaíso, acotó que "comprendimos la relevancia que tiene el turismo de cruceros para la ciudad y el puerto, junto a la transferencia de carga; son motores de desarrollo de suma importancia, ya que entregan beneficios directos a los porteños y colaboran activamente en potenciar la positiva imagen de Valparaíso en el mundo", señaló.
Paula Arriagada, porteña, opta por la discreción. Cree que lo del megapuerto en San Antonio traerá mermas a Valparaíso. A su lado, Carlos, familiar, añade molesto: "¡Y ahora se llevan los cruceros!".