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Los signos de interrogación que rondan el futuro de Valparaíso

La caída de proyectos emblemáticos como el mall Barón y el megapuerto, el éxodo de cruceros y la incertidumbre en el área de la construcción levantan dudas sobre el destino de la ciudad: ¿somos todavía el "puerto principal"?
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Matías Valenzuela

El enrevesado camino en el tiempo que ha atravesado históricamente Valparaíso, siempre deja espacio para un vuelco, una sorpresa, y muchas veces, una tragedia que golpea el orgullo porteño.

El camino que se avecina para la ciudad Patrimonio de la Humanidad dista mucho de estar claro, y hay muchas dudas sobre lo venidero. Más aún luego de que el gobierno determinara que el Puerto a Gran Escala se instalará definitivamente en San Antonio, lo que abre un manto de dudas sobre el destino portuario de Valparaíso, ya castigado por el éxodo de cruceros turísticos hacia el puerto vecino. A ello se suma la incertidumbre sobre qué pasará en el borde costero, tras la caída del proyecto Mall Barón; y cuál es el futuro del Terminal 2 del puerto, que también ha tenido una fuerte oposición.

Tratemos de esclarecer este panorama. ¿Cuál es el futuro que espera a Valparaíso? ¿Cuál es el norte que debe seguir?

"Valparaíso tiene un sello que es imposible eludir. Es una ciudad pionera que va marcando el camino a seguir, en todo orden de cosas. Veo a Valparaíso como una ciudad innovadora, creativa, con un desarrollo a escala humana, respetuosa de su particular geografía y su patrimonio, con plena participación de los ciudadanos en la definición de la ciudad que queremos heredar a las futuras generaciones, donde nadie quede atrás", dice con optimismo el alcalde Jorge Sharp, agregando que la academia, el turismo, el trabajo portuario y los recursos deben trabajar mancomunadamente por un bien mayor.

El puerto

El anuncio del megapuerto en San Antonio encendió las alarmas sobre la relevancia de Valparaíso en esta índole: ¿seguimos siendo el "puerto principal", como cantaba Jorge Farías en "La joya del Pacífico"?

"No se trata de poner a competir a los puertos de la región, sino que lo que necesitamos es un plan maestro desde el Estado, que logre rescatar y destacar lo mejor de cada puerto, para en conjunto sumarse al contexto internacional. No es posible que enfrentemos a las comunas para saber quién se queda con el puerto más grande", opina el alcalde Sharp.

Al consultarle por lo mismo, el periodista Agustín Squella sentencia que "Valparaíso es campeón para perder oportunidades. ¿Cómo se iba a hacer aquí un megapuerto si todavía no somos capaces de resolver la extensión del terminal portuario 2? Hace ya rato que el puerto vive de espaldas a lo principal que tiene Valparaíso: ser ante todo una ciudad habitada, y serlo por habitantes que viven muchas veces en condiciones materiales muy adversas".

Patrimonio

Lejano se ve el 2003, año en que se otorgó el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, pero ¿hubo cambios sustanciales en la comuna?

Squella opina que "los hubo, pero pocos y lentos. La condición de patrimonio cultural de la humanidad no depende sólo de inversiones, sino, y ante todo, de un cambio cultural lento y que en el caso de Valparaíso es aún más difícil por la condición de pobreza de muchos de sus habitantes y el déficit ya crónico de su municipio".

Ante la misma pregunta, el jefe comunal de la ciudad lanza que "hubo una serie de recursos que se destinaron a la ciudad pero, como todos sabemos, fueron mal utilizados". Y complementa: "No hubo un compromiso de recursos permanentes para sostener la calidad de 'patrimonio' de esta ciudad tan abandonada por el Estado".

Desde la vereda académica, el historiador y docente de la PUCV, Baldomero Estrada, indica que "se construyeron proyecciones muy desubicadas con lo que es la realidad".

"Se mencionaba que esto iba a ser un milagro y hubo proyecciones desproporcionadas. Si tú ahora quieres comprar una propiedad en Valparaíso, el tipo cree que tiene un pozo de petróleo", advierte.

Inversión externa

Con la caída del proyecto del Mall Puerto Barón, fueron varias la voces que alertaron sobre el efecto que esto tendría en la disposición de los inversores en financiar proyectos de este tipo.

A propósito de lo mismo, Agustín Squella advierte que "si para invertir en Valparaíso ha habido siempre que pensarlo dos veces, ahora habrá que hacerlo tres, cuatro, cinco... Sí, es cierto, no es posible aceptar cualquier inversión. Éstas deben sujetarse a reglas, pero mi impresión es que aquí estamos sospechando a priori de cualquier inversión".

Sobre lo mismo, Baldomero Estrada mira con recelo una eventual masificación de centros comerciales y tiendas de retail.

"Hay ciertos elementos del patrimonio de la ciudad que se verían muy afectados. Es importante valorizar lo que es Valparaíso hoy día, potenciar eso. A mí lo que me preocupa es de qué forma Valparaíso se desarrolla integralmente, pero respetando las características que tiene la población y también protegiéndola de esta cosa tan agresiva que es el desarrollo del capitalismo. No creo que sean los malls los que ayuden a desarrollar Valparaíso y a mejorar la vida de la gente", manifiesta.

Esfera inmobiliaria

Un punto controversial en el desarrollo de Valparaíso es el del crecimiento inmobiliario, que ha enfrentado a autoridades, empresarios y porteños en distintos proyectos de edificios.

Desde la alcaldía, Jorge Sharp sostiene que los esfuerzos municipales apuntan a visibilizar la voluntad de los porteños, que no se les pase a llevar. En ese mismo contexto, el día 2 de febrero se votará la norma de altura en dos polígonos definidos, que no cuentan con regulación.

"Realizamos un proceso de participación en todo el territorio donde recogimos la propuesta de los vecinos, pues son ellos los que deben decidir qué tipo de desarrollo se necesita en sus barrios. No podemos nosotros, desde la comodidad de nuestras oficinas definir qué tipo de construcciones deben existir en los cerros", dice.

Desde la Cámara de Construcción Chilena (CChC), el director regional, Juan Armando Vicuña, comenta que el panorama actual de la oferta inmobiliaria no pasa por un buen momento, principalmente por las dificultades legales para poder construir una torre o conjunto habitacional.

"Estamos viendo que la inversión está cayendo prácticamente a cero. Hoy en día, no hay proyectos nuevos, más que algunos pequeños por ahí. Cuando terminen los proyectos que están en ejecución, es muy probable que no haya proyectos nuevos", afirma.

La consecuencia directa de este hecho, según explica el director regional de la CChC, es una migración de compradores y proyectos a sectores como Curauma, Placilla e incluso Peñablanca.

"Lo que es la parte de arriba, que es Curauma y Placilla es distinto, ahí se está desarrollando de forma importante, en el fondo hay buenos proyectos de inversión inmobiliaria, tanto en casas como en departamentos. La gente que ha ido a esos proyectos es la misma gente que se ha ido de Valparaíso", puntualizó.