Poco se sabe del antiguo Egipto respecto de lo que hacían sus habitantes en los momentos íntimos. Ese acto era seriamente tomado, relacionado con el nivel de energía y vitalidad que podía captar el organismo de cada uno, al fortalecer, incluso, la mente.
Para incentivar aquello, se realizaron papiros estimulantes que se descubrieron alrededor de 1811 en un pueblo minero. El curioso documento fue hallado en el poblado de obreros de Deir-el-Medina (en el convento de la ciudad), situado cerca del famoso valle de los reyes en Egipto.
Fue encontrado bastante deteriorado en el interior de un utensilio doméstico y desde el mismo momento de su aparición fue objeto de controversia por el alto contenido erótico o pornográfico de las escenas allí planteadas.
El llamado Papiro Erótico de Turín es una de las piezas más singulares de todo el arte egipcio, ya que se considera uno de los mejores documentos para desentrañar el oculto universo sexual del antiguo Egipto. Si por algo destaca este curioso papiro, es por las atrevidas escenas de carácter sexual que se desarrollan en él. La variedad de posiciones que se pueden contemplar ha llevado a que sea conocido como el tantra "kamasutra egipcio".
Aunque su significado sigue siendo un misterio hasta estos días, su importancia radica en que se trata de un documento directo que habla sobre cómo concebían la sexualidad y el erotismo los egipcios de hace más de 2.000 años.
El detalle o la forma de cómo explicarlo es extraordinariamente enmarañado para exponerlo en breves líneas, pero se podría describir, tocando el corazón del asunto, como la llamada "experiencia Ankhing", la cual se practicaba entre los habitantes del antiguo Egipto.
Se señalaba que "el sexo, y específicamente el orgasmo, es más que algo que se siente bien y permite la procreación. Hay muchas otras funciones, como la liberación de energía disfuncional dentro del cuerpo, que puede ayudar a evitar que una de ellas se enferme. Existe la función que abre los chakras superiores, y bajo las condiciones adecuadas permite a una persona comenzar el proceso de iluminación. Y además, si dos personas, amantes, practican el sexo sagrado, la experiencia completa puede llevarlos juntos a la conciencia superior y a mundos más allá de este plano".
dibujos
El milenario papiro, bautizado como el papiro erótico de Turín (ya que permanece en un museo de esa ciudad italiana), es un rollo de 2,59 metros de longitud y 25 centímetros de ancho, cuyas escenas están dibujadas con trazos de color rojo o azul-negro, sin rayas de separación entre escenas y con algunas líneas de texto en escritura hierática (la escritura ideográfica hierática egipcia surgió como grafía abreviada de la jeroglífica). Es comprensible a primera vista, aunque no es muy conocido.
El documento, llamado por algunos investigadores "la primera revista para hombres del mundo", está dividido en dos partes en formato horizontal.
La parte superior, la más divulgada históricamente, está compuesta por ilustraciones de animales que narran distintas fábulas, aunque la más famosa y polémica es su parte inferior, donde se puede observar con detalles hasta doce posturas sexuales de gran variedad en el interior del que se supone un prostíbulo egipcio, lugares que también eran conocidos como "casas de la cerveza", ya que en estos disolutos y alegres sitios se solía servir a los clientes jarras de este milenaria bebida alcohólica.
En los márgenes del pergamino también han sobrevivido algunos fragmentos de textos, relacionados con expresiones del placer producido por los efectos de su lectura.
polémica
El papiro de Turín causó altercados y polémica en la misma época de su descubrimiento. El egiptólogo francés Jean-François Champollion, famoso por descifrar la escritura jeroglífica gracias al estudio de la piedra Rosetta, cuando pudo estudiar el papiro, a principios del siglo XIX, lo describió como "una imagen monstruosa, obscena, que me dio una impresión muy extraña acerca de la sabiduría y la compostura egipcia".
En cambio, el egiptólogo Paul Harrison detalló en el mismo canal que "el papiro fue descubierto en una aldea de trabajadores, por lo que es posible que los hombres lo compartieran unos con otros, así que puede haber sido una de las primeras revistas pornográficas de la historia".
El arqueólogo Allan Maca corroboró lo anterior, asegurando que "en el antiguo Egipto, en algunas obras de arte, vemos el sexo mostrado en el nivel de los dioses, en espacios como templos, pero eso es más simbólico. Cuando hablamos del papiro de Turín nos encontramos con algo más cercano a la pornografía humana. Así que si no tenía usos religiosos, este papiro pudo haber tenido un uso puramente erótico, como una especie de revista pornográfica para hombres".
Todo ello hizo que se convirtiese en un objeto de deseo por parte de coleccionistas, anticuarios y egiptólogos, por lo que fue pasando de mano en mano y siempre de forma clandestina hasta finalmente recaer en el Museo Egipcio de Turín, donde hoy en día se puede contemplar. Aunque hay que aclarar que durante la mayor parte de su existencia ha estado oculto en los almacenes del Museo, ya que hubo que esperar hasta ¡1973! para que se diese a conocer tan importante documento al público en general.
"Crónicas ancestrales"
Fue considerado la primera revista porno de la historia y causó polémica y espanto entre los arqueólogos de antaño. El rollo muestra la vida sexual del antiguo Egipto.
Por Patricio Borlone*