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[Cultura Urbana]

Con música de Violeta y telar de su madre, Parra fue velado en la Catedral

Largas filas para despedir al antipoeta. Sus funerales se realizan hoy en Las Cruces.
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Redacción - La Estrella de Valparaíso

"Háganme el favor de Velarme Como Es Debido/ dáse por entendido Que en la reina/ al aire libre -detrás del garage/ bajo techo no andan los velorios". Estas son parte de las indicaciones que Nicanor Parra dejó en "Últimas instrucciones" (1969), donde expresaba cómo quería ser despedido en el día de su muerte.

Finalmente, no fue como él lo pidió. Su velorio fue en la Catedral de Santiago. Eso sí, la familia se encargó de que se cumpliera la petición del antipoeta de ser velado con música de Violeta Parra. Tanto así que al comienzo de la ceremonia se generó un breve desencuentro entre las autoridades de la Catedral que no querían acceder a esta petición. La familia amenazó con retirarse del lugar. Arreglado el conflicto, la música de la foclorista llenó la construcción que se alza a un costado de la Plaza de Armas.

El cajón donde descansa el poeta fue cubierto por un telar tejido por su madre, Clara Sandoval. El clásico mensaje del antipoeta "Voy y vuelvo", también fue puesto sobre su ataúd. En las primeras filas se ubicaron algunos de sus familiares más cercanos como Isabel Parra, Colombina Parra y Cristóbal "Tololo" Ugarte.

Largas filas esperaban por poder despedir al vate a las afueras de la catedral que se mantuvo abierta hasta las 21:00 horas.

La Presidenta Michelle Bachelet asistió a la Catedral al igual que lo hiciera más tarde el presidente electo Sebastián Piñera. Personalidades del mundo literario como José Antonio Viera Gallo, Jorge Edwards y Oscar Hahn se dejaron ver durante la misa.

Su nieto "Tololo" Ugarte leyó dos poemas de autoría de su abuelo: "Epitafio" y "Hay un día feliz". Acto seguido, su hija Colombina Parra tomó el micrófono y su guitarra para cantar. Lo mismo hicieron Isabel Parra y una de sus hijas.

Con una misa privada a las 10:00 horas de hoy jueves, en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción en Las Cruces, los restos del antipoeta serán despedidos para posteriormente ser sepultados en su casa, como era voluntad del escritor.

Sibaritas

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Restaurant Portofino

Este emblemático restaurant porteño ha albergado a varios artistas, personalidades de la política y clientes importantes a nivel nacional. Está ubicado en el cerro Esperanza, desde donde los comensales pueden disfrutar de una vista panorámica de la costa de la región.

A través de sus diversos niveles, Portofino ofrece variados sectores para almorzar, tanto privados para una cierta cantidad de personas, como también terrazas y comedores.

En nuestra visita, para comenzar pedimos un picadillo con sus especialidades frías, la comida de mar. En el plato venían locos cortados a lo largo en trozos uniformes, bastante blandos y sabrosos, verdaderamente un manjar al paladar. Junto con los locos pudimos disfrutar de centolla desmenuzada, lista para untar con una salsa a base de mayonesa, también ostiones con una leve cocción, aunque no muy sabrosos y pequeños. Y como aperitivo un mango sour, bien frío y refrescante.

La atención fue excelente, los garzones conocían perfectamente la carta al presentarla, lo que les permitió ofrecer con lujo de detalles las distintas preparaciones y sus mejores combinaciones. No quedó duda de que se trata de un lugar con una oferta gastronómica muy apetitosa.

Entre tantos platos, finalmente me incliné por una de las especialidades de la casa, la Corvina o Reineta Tutto Mare, que consistía en uno de estos pescados sellado a la plancha, acompañado de puré de garbanzos, un salteado de mariscos en oliva y limón.

Esperé con ansias este plato que sonaba muy bien y, al llegar a la mesa, de inmediato sentí un rico aroma. El puré de garbanzos se presentaba como base y por sobre éste montaron la reineta y los mariscos, entre los que incluyeron las puntas de los tentáculos del pulpo, ostiones y anillos de calamares.

Ahora bien, en cuanto a los sabores, el puré se percibía bastante fino al paladar, cremoso y sazonado de manera correcta, la reineta por su parte estaba casi sin dorar a la plancha, por lo que extrañé esa costra característica que deben tener los pescados dorados de esta forma. Los mariscos "fomes" en cuanto al salteado, de hecho no pude identificar el aceite de oliva y el sabor característico del salteado.

Si bien es un restaurant de excelente atención y preocupación por el cliente, el cuidado de cada una de las preparaciones se debe reflejar en todo momento, sin bajar la guardia, esto les permitirá mantener el nivel en todo el momento.

Nombre: Restaurant Portofino

dirección: Bellamar 301, Valparaíso