Carolina Cabezas Vidal - La Estrella de Valparaíso

Los tiempos han cambiado y bien lo saben los organizadores del certamen de reinas más famoso de Chile. Porque el Festival de Viña del Mar no solamente regala gaviotas a los artistas, sino que también le entrega una corona a la reina elegida por la prensa cada año.

Sin embargo, después de la cancelación del concurso Miss Reef a raíz de los cuestionamientos por la forma de exhibir el cuerpo de las mujeres, para esta versión se han levantado dudas acerca de la actividad más famosa del concurso: el piscinazo, que cada año es más destapado.

¿Habrá o no piscinazo para este Festival?

Una tradición

Los tiempos han cambiado, o así lo cree Jorge Ruz, organizador del famoso certamen femenino, cuyo desarrollo está a cargo del diario La Cuarta.

Y aunque afirma que no está en los planes del concurso sacar el piscinazo, sí señala que quedará a criterio de cada candidata.

"No está en los planes sacar el piscinazo, porque lo consideramos parte de la tradición del Festival y todo lo que eso significa", afirma Ruz a La Estrella.

Y agrega: "Las candidatas tienen la opción de elegir si hacen o no el piscinazo y con qué ropa lo realizan. El concurso en ningún momento fue creado para que ellas sean sexualizadas o vistas como objetos. Entendemos que los tiempos han cambiado por eso nosotros también lo hemos hecho; por ejemplo, los partidos de fútbol que ellas juegan lo deben hacer con ropa deportiva y no en bikini, este año tendrán que hacer intervenciones ciudadanas (...) Lo importante es que a nadie le obligan a usar poca ropa, eso es decisión de la reina que sale electa".

No es obligación

El ex concejal viñamarino y actual diputado electo por la zona, Andrés Celis, quien en sus tiempos de edil fue un connotado comentarista de los temas relacionados con el Festival, también entra al debate y señala: "El piscinazo como parte de las actividades que realiza la prensa en torno al Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en mi opinión, en nada daña a las mujeres física, sicológica o sexualmente y menos coarta su libertad".

Pero señala que debe quedar a criterio de cada una: "Cuando la recordada y talentosa Celia Cruz fue coronada como soberana del evento musical, no cumplió con esa tradición. Entonces, y tal como en esa ocasión, las participantes deben hacer uso de su libertad, optando por elegir o desestimar tal acción sin que esto dañe o beneficie su candidatura".

Para Celis, "hay asuntos de innegable prioridad que sí afectan y dañan a la mujer, como son: la desigualdad de sueldos recibiendo menor pago respecto a los hombres ante un mismo trabajo; la diferencia frente a los planes de salud de las isapres, siendo castigadas por el hecho de ser mujer; la deficiente atención que se da a las denuncias de violencia hacia las mujeres y que significa luego lamentar hechos aberrantes o un femicidio, entre otros (...) No tenemos que confundir la libertad de elección que tienen las candidatas con algún tipo de violencia de género".

¿y las ex reinas?

Para Valeria Ortega, coronada durante el certamen del 2012, "es un tema que hoy por hoy es súper delicado y creo que si se va a cambiar el piscinazo, hay que tener claro con qué se va a reemplazar".

La ex soberana afirmó que durante el concurso y en el piscinazo, cuando ella fue candidata, no existieron presiones que la hubiesen obligado a realizar algo contra sus principios: "Todo fue súper conversado con el área de entretenimiento del canal y con los organizadores del concurso. Yo decidía y elegía qué hacer y cómo hacerlo, me sentí cómoda con todo lo que hice y quedé súper tranquila después del concurso, del piscinazo y de todo, porque fue una elección mía", indica Ortega.

La periodista agrega: "El mundo ha cambiado en todo los términos de cómo vemos a la mujer, por lo que no me parece negativo que se reemplace, no cambia el sentido del Festival o de la idea de la reina. El Festival es mucho más que la elección de la reina, sólo tienen que ver qué otras actividades se pueden hacer".