La pasión del tango cautiva a Valparaíso
Aficionados y expertos aprenden en las clases al aire libre en Plaza Cívica.
Carolina Cabeza Vidal - La Estrella de Valparaíso
Un íntimo momento, encarnado en quizás una de las disciplinas de baile más seductoras del mundo. El tango ha sido sinónimo de pasión durante décadas y otra vez ha llegado a Valparaíso de la mano del espectáculo anual Valparatango.
Y una de sus actividades más llamativas son las clases abiertas de tango, que durante esta semana se realizan en Valparaíso.
Con más de cuarenta alumnos, entre jóvenes y adultos mayores, la Plaza Cívica de la ciudad porteña se convirtió en el escenario de aprendizaje para los asistentes del evento.
Para el director ejecutivo del Valparatango, Robinson Delgado, el espectáculo cada vez se ha ido llenando de más caras jóvenes, ansiosas de aprender la disciplina: "Hace un par de años tú veías a pura gente mayor viniendo a las clases o asistiendo a los eventos, pero los tiempos han cambiado y eso lo puedes notar en el escenario", agrega Delgado.
Sobre el espectáculo, Robinson Delgado lo definió como uno de los shows internacionales de tango más importantes y antiguos de la zona.
"En términos de evento tenemos a las mejores orquestas de tango que vienen desde Buenos Aires, Argentina (...) Tendremos concursos inéditos como la creación de tangos porteños pero además queremos hacer un rescate del tango típico de Valparaíso, que se baila solamente acá", menciona Robinson Delgado.
Un baile apasionado
El profesor a cargo de las clases gratuitas de baile es el ganador de la categoría Tango Escenario del Valparatango 2017, Héctor Espinoza. El especialista define la danza como una intención apasionada entre dos cuerpos: "Tienen que entregar intención, deben controlar los pesos en conjunto con las parejas. Cuando yo sé dónde dejé el peso, es ahí donde me moveré. Los bailarines deben estar derechos bailando, con el estómago dentro (...) Las parejas se deben abrazar, juntar y conectar", recomienda.
Las lecciones -que se imparten desde las 17.00 horas- son personalizadas, por lo que Héctor Espinoza se da el tiempo de ir pareja por pareja enseñando y explicando cada paso y movimiento corporal de los estudiantes.
Pero no son solamente los bailarines amateur quienes aprovechan las clases, pues los bailarines más experimentados, que además son espectadores de las actividades del festival en la plaza, también disfrutan de un agradable tiempo, recordando años de su juventud.
Gloria Pinochet es una de ellas. La vecina de Viña del Mar se traslada cada año hasta la ciudad porteña para disfrutar del tango al aire libre: "Es un momento de integración entre todas las personas que gozan del tango, de todas las edades, desde jóvenes hasta gente muy mayor", menciona la mujer.
Pero Gloria no solamente disfruta observando la danza, sino que también lo hace practicando: "Cuando puedo me gusta aprender más, es un momento único", confiesa.
El Valparatango celebrará este año su versión número 29 y entre las novedades, está la incorporación de un segmento inédito: la exhibición de Tango Queer, un espectáculo de danza entre parejas del mismo sexo.